Al menos 17 testigos de cargo propuestos por la Fiscalía General de la República declararon ayer en el tercer día de juicio que realiza el Tribunal Tercero de Sentencia contra Nicola Angelucci, ex presidente del Banco Multisectorial de Inversiones (BMI), y Sigfredo Armando Figueroa, gerente de la Red de Infocentros, pero, al igual que los seis primeros, ninguno vincula en irregularidades a los exfuncionarios durante su gestión.
Las personas que ayer rindieron su testimonio son pequeños y micro empresarios, ingenieros, arquitectos, contadores y administradores de negocios, quienes en algunos casos confirmaron haber recibido capacitaciones y asesorías ofrecidas por la Red del Desarrollo en los 39 infocentros que prestaron el servicio entre el año 2000 y 2009.
La Fiscalía General de la República acusa a los dos exfuncionarios, y en especial a Angelucci, de apropiación de fondos del BMI para trasladarlos a la Asociación Infocentros.
A criterio de la Fiscalía, esa transacción no era permitida por ser una asociación sin fines de lucro, pero valiéndose de su cargo favoreció la suscripción de convenios.
A tres días de juicio y la declaración de más de 23 testigos, llamados por la Fiscalía, la acusación no parece confirmarse por los testigos.
“La situación cambia en un tribunal, con la presencia de abogados defensores en una sesión pública, los testigos dicen la verdad, y no se dejan intimidar como suele sucede en un interrogatorio en un cuartito frío en la Fiscalía”, dijo el expresidente del BMI.
El exfuncionario afirmó que todo apunta que la Fiscalía insistía en conseguir que los testigos dijeran que “yo me había robado el dinero”. Sin embargo, a pregunta de la Fiscalía si tenían conocimiento del BMI y si fueron beneficiados con créditos de ese banco, los testigos negaron conocer la institución o tener algún crédito, porque esa función se canalizaba en la banca comercial.
Para Angelucci, la respuesta de los testigos confirma que los “créditos que daba el BMI a favor de los micro, pequeño y medianos empresarios, no se otorgaba en sus ventanillas, sino a través de bancos”.
“Para nosotros, el dicho de los testigos no es nada nuevo, es más, confirma la utilidad de la Red del Desarrollo”, agregó.
En el caso de las “sociedades de garantías reciprocas” o fianzas para que micros y pequeños empresarios tuvieron el respaldo para obtener un crédito, la mayoría de testigos no supo responder si utilizaron ese beneficio; tampoco Fiscalía pudo sentar las bases para profundizar en ese interrogatorio. Los fiscales no hablaron con los periodistas.