El senador Chris Van Hollen, por el Estado de Maryland, informó que este jueves le fue negado el ingreso al Centro del Confinamiento del Terrorismo (CECOT) para comprobar el estado del salvadoreño Kilmar Ábrego, quien tenía condición de refugio en EE.UU. y por error administrativo terminó encarcelado.
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"Nos acaban de negar la entrada a CECOT, la tristemente célebre prisión de El Salvador donde se encuentra detenido ilegalmente el señor Abrego García. Estábamos allí por una sencilla razón: comprobar su bienestar, algo que a su familia y a sus abogados no se les ha permitido hacer do. No dejaremos de luchar", compartió el senador en sus redes sociales.
“Esta mañana intenté tener contacto con el señor Ábrego García dirigiéndome a la presión del CECOT, me acompañaba Chris Newman (abogado de la esposa y madre de Ábrego García), nuestra meta era sencillamente verificar el estado de Ábrego García, pero fuimos detenidos por un retén que estaba más o menos a tres kilómetros del CECOT y los soldados nos dijeron que fueron ordenados a no dejarnos pasar más allá de ese punto”, añadió en una conferencia de prensa brindada este jueves.
Ayer, el demócrata fue enfático en que la Corte estadounidense no cuenta con evidencias de que haya vínculo ente Ábrego García y el grupo de pandillas MS-13 como argumentó la administración de Donald Trump y Nayib Bukele el lunes pasada, cuando el mandatario salvadoreño negó que fuera a permitir el regreso del exrefugiado que llegó a Norteamérica huyendo de las pandillas.
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Asimismo, anunció que se reunió con el vicepresidente Félix Ulloa y que también mintió al decirle que Ábrego García era miembro del grupo terrorista.
Desde tempranas horas de ayer, el senador dijo que el objetivo de la misión es hacerle saber a la administración Trump y al gobierno de El Salvador que está comprometido a seguir luchando para llevar a Ábrego de regreso con su familia.
Ayer, Félix Ulloa le habría dicho al senador que no podía tener ninguna llamada ni ver a Kilmar Ábrego, según informó. La cuenta de la Vicepresidencia de la República no documentó el encuentro con el demócrata, tal como se evidencia en sus portales oficiales y de redes sociales.
El lunes, Van Hollen envió una carta a la embajadora de El Salvador en EE.UU., Milena Mayorga, con el fin de solicitar una reunión con el presidente Nayib Bukele.
En la carta, el demócrata hizo referencia al fallo reciente del Tribunal Supremo, el cual ordenó la semana pasada al gobierno de Trump facilitar el regreso del salvadoreño, padre de tres hijos y esposo de una ciudadana estadounidense. Sin embargo, hasta ahora, la Casa Blanca no ha acatado la resolución del máximo tribunal.
La propuesta fue bien recibida por varios legisladores demócratas, quienes expresaron su disposición a acompañar el viaje. “Debemos unirnos para rechazar el secuestro y la detención arbitraria de Kilmar Abrego García en El Salvador. Senador, cuente conmigo para acompañarlo y colaborar en la convocatoria”, escribió Maxwell Frost, demócrata de Florida. Esto, tras las declaraciones del mandatario salvadoreño en la Casa Blanca en las que negó que fuera a retornar a EE.UU. a Kilmar Ábrego.
Casa Blanca critica la visita
Ayer por la tarde, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, manifestó su rechazo por el viaje del demócrata. Insistió en que Ábrego era un “terrorista” y que, según documentos judiciales de Maryland, la esposa del inmigrante solicitó una orden de protección en contra de él por dos casos de violencia doméstica en mayo de 2021. Abrego “nunca volverá a vivir” en EE.UU., sentenció.
En la misma oportunidad, la Casa Blanca presentó a la madre de Rachel Morin, una estadounidense que fue víctima de violación y asesinato a manos de un salvadoreño, que nada tiene que ver con Kilmar Ábrego.
Rachel Morin era una mujer de 37 años y madre de cinco hijos ase‑ sinada en agosto 2023 y de cuyo asesinato y violación fue declarado culpable esta semana el salvado‑ reño Victor Antonio Martínez, de 24 años, de quienes las autoridades dicen que entró sin autorización en EE.UU. en febrero de ese año tras supuestamente haber matado a una mujer en su país.
“Este es el tipo de criminales que el presidente Trump quiere expulsar de nuestro país. Somos estadounidenses. ¿Por qué debemos permitir que estén entre nosotros?”, enfatizó Morin.