La vida en los municipios de El Salvador con más y con menos remesas

En septiembre de 2020 hubo un cambio en la distribución de las remesas. La mayoría de municipios recibió más remesas de lo acostumbrado, mientras que en 55 de estos la disminución fue notable.

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Una de las viviendas de los californianos en Usulután. Otras de igual diseño se encuentran en el municipio. FOTO EDH/ MENLY CORTÉZ

Por Karla Arévalo

2020-11-08 10:22:04

Abril y mayo fueron duros para las familias que viven de las remesas en El Salvador. El cierre de varios negocios en Estados Unidos a raíz de la pandemia por el coronavirus dejó una caída del 18 % en las remesas que ingresan al país; recuperarse de esa caída ha tomado algunos meses, y los números parecen favorables, pero hasta septiembre aún había 55 municipios que reportaban números rojos en su ingreso habitual de remesas. Mientras que en casi el resto de municipios, el ingreso aumentó.

A nivel nacional se estima un aumento del 20 % en las remesas recibidas en septiembre; esto comparado a las recibidas ese mes en 2019. Algunos municipios recibieron hasta un 143 % más en remesas.

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La entrada a Santa María Ostuma tiene un atractivo sin igual; las casas, los negocios y su gente presumen de que en este municipio se cultivan las mejores piñas del país. Y no es para menos, a sólo unos metros de la entrada pueden verse los campos llenos de hojas verde-rojizas que indican que la cosecha empieza.

VER: Las remesas se redujeron en 55 municipios, aunque hubo un incremento general del 20 %

La piña es parte de una tradición en el municipio; en junio atrae a cientos de salvadoreños que disfrutan de un festival organizado por sus habitantes. Esa tradición mantiene viva la identidad cultural de Ostuma y procura además un ingreso extra a las familias que ven en la fruta un método de supervivencia.

Pero Ostuma, como los 261 municipios más del país, también recibe remesas, mismas que disminuyeron un 43.7 % este septiembre. Un equipo de El Diario de Hoy buscó documentar el hecho yendo al lugar y hablando con algunos de sus habitantes.

Frente a la iglesia de Ostuma, sobre la calle principal caminaba el pasado 21 de octubre José, un hombre de paso lento y mediana estatura. Él tiene cuatro hijos que viven en los Estados Unidos, y siendo ya un hombre viejo sabe que sin las remesas su calidad de vida sería menos estable de la que es ahora mismo.

Cada uno de sus hijos le mandaba $100 mensuales. Pero como la pandemia paralizó el empleo de tres, solo uno logró cumplir con el envío. “A todos les llegó la plaga (coronavirus) y además no tenían trabajo. Sea como sea, con la fuerza de Dios lograron mandar aunque sea $100. Yo tampoco puedo estar ‘hijo, mándame’ gracias a Dios todavía puedo trabajar”, dijo con tono resignado.

Como muchas personas, José no se confía al hablar del tema. Y aunque prefirió no ser fotografiado, sí contó que uno de sus hijos logró enviarle el dinero porque no depende de un salario, pues tiene una empresa de construcción en Houston, Texas.

“Esto ha sido a nivel mundial. Gracias a Dios en el país hemos tenido lo mínimo del virus”, dijo confiado en lo que sus hijos le relataron sobre cómo Estados Unidos vivió la pandemia. José cuenta, además, que varios de sus conocidos que vivían en Estados Unidos murieron y eso pudo haber reducido las remesas en el municipio.

“Allá a la salida han traído a dos que murieron allá. No sé si por el virus, no lo creo. Pero así hay varias muertes aquí”, relató.

En Santa María Ostuma, en La Paz, las remesas disminuyeron hasta en un 43 %. FOTO EDH / JONATHAN FUNE

La reducción de las remesas puede verse dentro de los hogares. Otra mujer, quien no quiso decir su nombre, echaba tortillas en su casa de lámina, en la calle principal del municipio. No quiso hablar sobre cómo la reducción de remesas había afectado en su hogar; cuánto menos recibía ni quién se las enviaba. Solo abrió su refrigeradora, que en su interior tenía un cartón de huevos a medio terminar y comida sobrante. Ella, como es común en los municipios receptores de remesas, evita hablar sobre el tema con extraños.

La Comisión Económica para América Latina el Caribe de las Naciones Unidas publicó una investigación de nombre: “Destinatarios y uso de remesas”, en la que se explica que el destino más frecuente de estas es el hogar, donde se usa como estrategia de supervivencia. “La remesa se convierte en una suerte de transferencia entre pobres y juega un papel de compensación social, puesto que se utiliza para mejorar las condiciones de vida de las familias y comunidades receptoras”, explica el documento.

Santa María Ostuma fue el municipio que recibió menos remesas en septiembre de este año. Una reducción de casi la mitad acostumbrada. El Banco Central de Reserva (BCR) hizo el cálculo de aumento y disminución a nivel departamental y publicó que los departamentos de Morazán, La Unión y San Vicente recibieron menores montos en remesas este año.

California para los californianos

Es un hecho que las remesas disminuyeron durante abril y mayo a nivel nacional. Y es un hecho además que estas han incrementado en los últimos meses a nivel nacional. Un 20 % más de remesas se recibieron este septiembre, en comparación con el año pasado. Y un 0.7 % más de enero a septiembre, en comparación con el mismo periodo de 2019.

Pero ese aumento, aunque no sucedió en 55 municipios del país, sí ocurrió en el resto. Algunos municipios como California, en Usulután, aumentaron el ingreso de remesas en un 143 % en septiembre.

TAMBIÉN: Envío de remesas en Intipucá pasó de $200,000 a $240,000

California es un municipio pequeño; las proyecciones de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc), con base en el Censo de Población y Vivienda de 2007, estimaron que para este año 2,000 personas vivirían en el lugar; pero las cifras de la municipalidad dan cuenta de que la población triplica lo proyectado.

Uno de los mausoleos en el cementerio municipal de California en Usulután, el cual según lugareños fue construido para un hermano lejano. Foto EDH / Menly Cortez

A criterio del alcalde de la municipalidad, Gustavo Aguirre, que California sea uno de los municipios menos poblados del país ha afectado en su desarrollo, pues por años el municipio ha sobrevivido del cultivo del café, un negocio poco rentable. Además, del cultivo de maíz y frijol en los últimos años. Pero añade otro actor clave para la economía del municipio: las remesas. “Sabemos que el 60 % de los habitantes de este municipio tienen familiares que han emigrado, en su mayoría, a los Estados Unidos y por eso, este lugar depende en su mayoría de las remesas que envían nuestros hermanos lejanos”.

California es un municipio “dormitorio”. Así le llaman a los municipios en los que sus habitantes tienen que emigrar a otros municipios para encontrar trabajos formales, acceso a salud de calidad y educación o incluso para vender sus productos. Santiago de María es uno de los municipios que recibe a los habitantes de California, incluso para cobrar remesas, pues en el lugar no hay financieras o cooperativas. Únicamente tienen instituciones públicas como Unidad de Salud, Policía y Juzgado de Paz.

Ante el incremento de remesas en el municipio, el alcalde expresa que algunos salvadoreños en el exterior han aumentado los envíos ante la posibilidad de una deportación por el fin del Estatus de Protección Temporal (TPS). “El vencimiento del TPS es una de las posibilidades del incremento en las remesas; nuestros hermanos lejanos están haciendo llegar sus recursos a este municipio por el temor de que los deporten y también porque varios de ellos están adquiriendo terrenos en aquí; están invirtiendo aquí. Además del aporte que les hacen a su familiares”, dijo.

“No nos pagan desde hace cuatro meses; para comer, fiamos”. La otra cara del Fodes para los empleados municipales

Aguirre dice que todos los años hay migración desde el municipio hacia otros países. Algunos de los californianos ya no ven en Estados Unidos una opción de mejora, sino que hoy piensan también en Costa Rica o España.

California tiene varias casas con estilo americano. Otras están en construcción. Pero uno de los hechos más llamativos del municipio son las construcciones de mausoleos en el cementerio municipal.

Un grupo de hombres que trabajaba en el lugar el 27 de octubre, explicó a este medio que algunas de las tumbas más grandes han sido construidas por salvadoreños que viven en los Estados Unidos. En esa reunión todos confirman tener a más de tres familiares en la nación norteamericana y el ingreso mensual en remesas es de $400 o más. Expresan que de ver reducido en algún momento el ingreso de remesas, la vida sería peor de lo que ya es para los niños y jóvenes.

Aunque las remesas en su mayoría van para el consumo del hogar, algunos invierten en construir propiedades en Santa María Ostuma. Foto EDH / Jonatan Funes