Mirna Rojas, la empleada de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) que fue despedida en 2018, falleció este martes en Dallas, Texas, Estados Unidos, mientras estaba de visita en la casa de una familiar.
Ella murió de un cáncer terminal metastásico invasivo que fue descubierto el Estados Unidos en diciembre del año pasado, motivo por el cual ya no pudo regresar al país.
Mirna fue despedida por la procuradora, Raquel Caballero de Guevara, el 3 de enero del 2018, bajo el argumento de que no era de confianza.
“Yo creo que el haberle quitado el empleo a ella, fue un gran daño porque es con lo que sostenía a su familia, fue muy duro para ella, se me puso bien flaquita y de repente le agarró un dolor y ya no se pudo ir para El Salvador”, explicó Julia Rojas, hermana de la fallecida.
Rojas fue despedida, según su hermana, “porque a la señora (procuradora) le dio la gana, esa mujer, la señora Raquel, no más porque no le caía bien. Ella se quedó en shock cuando la señora le llegó a quitar la computadora, le quitó todo”, dijo Julia Rojas, quien cuidó en sus últimos días a la empleada de la procuraduría de los Derechos Humanos.
El Secretario General de Sindicato de Empleados de la Procuraduría (SEPRODEHES), Carlos Padilla, dio a conocer el fallecimiento de Rojas, quien se desempeñaba como delegada de la Institución en Sonsonate.
La sindicato denunció por “desobedicencia” a la procuradora Raquel Caballero por no cumplir con la sentencia del Tribunal del Servicio Civil (TSC) quien ordenaba la restitución de Rojas en su cargo, algo que la funcionaria no atendió.
El Diario de Hoy solicitó el pronunciamiento de la procuradora para consultarle por qué, teniendo una sentencia del TSC que ordenaba el reinstalo de la empleada, no se efectuó, pero hasta el momento no se ha recibido ninguna respuesta a la petición hecha por medio de la oficina de comunicaciones de la institución.