Óscar Armando Comayagua, de 43 años, asesinado ayer al interior de autobús de a ruta 2 andaba en libertad bajo medidas y tenía un largo historial de antecedentes delictivos por robo, hurto y otros delitos, aseguran fuentes policiales.
Uno de los últimos registros policiales y judiciales data de principios de octubre del 2020, cuando asaltó una farmacia que funciona entre la 3a. calle Oriente y 4a. avenida Norte, en el Centro Histórico de San Salvador.
En esa ocasión, la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusó de los delitos de robo y privación de libertad de cuatro mujeres.
Sin embargo, el Juzgado 14o. de Paz de San Salvador cambió los delitos por hurto agravado y amenazas agravadas. Y el 8 de octubre, cuando realizó la audiencia inicial, decidió enviarlo a prisión preventiva.
De acuerdo con la acusación, el 12 de junio de 2020, aproximadamente a las 8:00 a.m., Comayagua irrumpió en la farmacia mientras las cuatro empleadas estaban solas. Dos de ellas estaban en el recibidor.
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Comayagua entró al lugar con sus manos a la altura de la cintura, simulando tener un arma de fuego; así amenazó a las empleadas, mientras les gritaba que las mataría si no le entregaban el dinero de la caja registradora.
Una vez que sometió a las cuatro empleadas, Comayagua intentó abrir la gaveta de la caja registradora, pero por más que lo intentó, no pudo, por lo cual decidió retirarse, pero antes encerró a las cuatro empleadas en una habitación para evitar que ellas lo siguieran.
Sin embargo, una de ellas logró llamar a la Policía Nacional Civil. Comayagua no había caminado más de 200 metros de la farmacia cuando fue capturado por elementos policiales.
Cuando procedieron a registrarlo, solo le hallaron un teléfono celular, aparentemente de su propiedad, y cuatro cajas de vitamina C que se había robado de la farmacia al fallar en su intento de robarse el dinero de la caja.
De acuerdo con fuentes policiales, hacía pocos días que Comayagua había recuperado su libertad aunque siempre continuaba procesado.