La carta de perdón de una madre para el asesino de su hija, acribillada en Soyapango

La madre de la joven decidió perdonar al asesino de su primogénita tras dos años de luto y tristeza. El sujeto paga una pena de 33 años de cárcel por el hecho. Esta es su historia.

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Foto/ Cortesía familia de Emely Castro

Por Lisette Lemus

2021-04-20 6:20:49

Lo que le nace a Shelvi Sandoval en el corazón de una madre es algo inusual, un acto de piedad. Después de 26 meses de haber sufrido el asesinato de su hija, Emely Astrid Castro Sandoval, decidió, mediante una carta, perdonar al asesino de su primogénita, una joven universitaria estudiante de periodismo que fue ultimada a balazos, el 21 de enero de 2019, en una parada de buses de la colonia Prados de Venecia en Soyapango.

Shelvi poco entristece cuando recuerda y habla de su hija. Suaviza su voz y lanza una sonrisa cuando recuerda lo disciplinada que era en los oficios en el hogar.

Emely fue asesinada cuando solo le faltaban tres meses de graduarse como licenciada en Comunicaciones y Relaciones Públicas en la Universidad Tecnológica. La familia de la joven tiene como recuerdo el título que tristemente recibieron el día de la graduación.

La imagen de la izquierda es la foto que acompaña el título de Licenciada en Relaciones Públicas y Comunicaciones de Emely. Foto/ Cortesía familia de Emely Castro

Emely tenía muchos sueños por cumplir y un mes antes de ser asesinada, escribió una carta de agradecimiento a su madre y familia, por el sacrificio que hicieron en pagarle sus estudios universitarios. El Diario de Hoy tuvo acceso a la carta, la cual fue encontrada entre sus pertenencias semanas después de su muerte.

La madre de Emely habló vía telefónica con un equipo de periodistas de este periódico y narró lo que muchos en su lugar nunca harían: perdonar al asesino de una hija.

A la joven universitaria la mató un pandillero de la MS identificado como William Alexander López Montano, alias “Trucha”, quien vivía en la misma colonia donde residía Emely. Ambos eran amigos desde su infancia, de pequeños, solían jugar en los reducidos pasillos de la colonia. En la adolescencia acostumbraban conversar de vez en cuando.

De joven amable a marero

Pero años después, William Alexander sufrió la muerte de su mejor amigo a manos de pandilleros contrarios a donde él vivía, algo que el sujeto no perdonó y decidió vengar ingresando a la clica de la Mara Salvatrucha de Prados de Venecia, una zona que ha permanecido atestada de mareros en las últimas dos décadas, según lo relatan sus vecinos.

A Shelvi le causó asombro quién mató a su hija, no lo podía creer, ya que recordaba a William con mucho aprecio, sobre todo cuando de niño solía ayudarle a cargar las bolsas del supermercado y le ayudaba a cualquier mandado.

Sin embargo, a William no le importó el cariño de la familia Sandoval y aquel lunes 21 de enero de 2019, le asestó a quemarropa dos disparos a Emely, uno en la espalda y otro en la cabeza. En el mismo ataque, también le disparó a otro joven que acompañaba a la universitaria.

Tras el hecho,  Emely y el joven fueron trasladados aún con vida. La profesional fue trasladada al hospital de Soyapango pero murió en el camino.

A la policía le resultó fácil encontrar al asesino de la joven, ya que según el expediente judicial, el sujeto fue visto y reconocido por testigos al momento del ataque.

William nunca huyó, siguió viviendo en la zona y el domingo 26 de mayo de 2019, cuatro meses después del hecho, los detectives lo acorralaron y lo detuvieron en la misma colonia donde mató a su vecina y amiga. Al sujeto los policías le encontraron varios audios en su celular donde se arrepentía de haber cometido el asesinato de Emely. William tenía todo en contra ante los jueces.

Y así fue, en julio de 2020, el Tribunal Cuarto de Sentencia de San Salvador, condenó al pandillero a 33 años cuatro meses de cárcel por los delitos de homicidio agravado y ocho años cuatro meses por homicidio tentado.  El convicto guarda prisión en el penal de Izalco, según fuentes judiciales.

El inusual perdón de una madre

Shelvi ha encontrado un poco de paz y resignación en su fe cristiana, pero aún recuerda aquella fría madrugada cuando recibió la trágica noticia del asesinato de su hija. Temblaba de dolor, y aún más triste, no pudo despedirse del cadáver de su hija.

Ahora, la doliente asegura que debe cerrar un ciclo de dolor por eso “no le cabe odio para William, al contrario, quiere recordarlo como aquel adolescente con raíces cristianas que era muy atento y no como el asesino de su hija”.

Shelvi resalta mucho la belleza natural que le admiraban en las calles a su hija. Nunca supo cuál fue en realidad el motivo de William para matar a su hija, dice que no le sirve de nada saberlo, ya que en su corazón ha perdonado.

Foto/ Cortesía familia de Emely Castro.

El Diario de Hoy publica la carta íntegra que Shelvi escribió al asesino de su hija. 

Carta de perdón a William

Mi nombre es Shelvi Sandoval, soy madre de la joven universitaria Emily Astrid Castro 

Sandoval, quien fue asesinada el pasado 21 de enero del 2019.

El motivo de mi carta es porque hace varios meses, Dios puso en mi corazón poderle decir a William: Que le perdono y a pesar del dolor que me causó, yo no le siento 

rencor ni odio, en ningún momento le he deseado un mal, solo deseo que seas libre espiritualmente. Quiero que sepas que aunque puedas estar en la cárcel y no tengas libertad física, puedes tener libertad espiritual, paz en tu corazón, y deseo que allí donde te encuentres puedas buscar de Dios y lograr su perdón, porque solo él puede redimir nuestras vidas y tengo la plena seguridad que si tu buscas de Dios con un corazón sincero él te perdonará…

Desde el momento que supe del asesinato de mi hija y que había sido a manos tuya, fue difícil de creer porque solo se me vino a mi mente de cuando eras un adolescente y me mirabas pasar que iba con compras del supermercado muy amablemente me ayudabas con las bolsas y me acompañabas hasta mi casa y te quedabas un rato conversando con mi hija… quiero quedarme con ese recuerdo de ese joven amable, educado y luchador... 

Decirle a tu mami Guadalupe que comprendo el dolor como madre, el que siente al ver a su hijo en la cárcel y le ruego a Dios que pueda tener consuelo y que tampoco guardo rencor contra ella porque ambas solo somos víctimas, porque creo que ninguna madre desea el mal para un hijo, sino verlos crecer y superarse en la vida como personas profesionales, que un día puedan casarse y convertirse en un futuro padre de familia, pero también con amor y temor a Dios que no me cabe duda que ella como madre hizo su labor, pero William decidió un camino diferente, el cual le ha traído consecuencias. Espero que durante este tiempo él pueda reflexionar sobre su vida y hacer cambios para vivir en paz y con fe y esperanza en Cristo Jesús…

Te dejo este Salmo 139: 23 y 24

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis 

pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”.

Dios te bendiga William....