Cuatro hombres que eran acusados de traficar con éxtasis desde los Países Bajos (Holanda) fueron exonerados de esos cargos, por lo que quedaron en libertad.
El tribunal Tercero de Sentencia consideró que los fiscales del caso no habían demostrado los vínculos de los procesados con los 29 sobres con 1,446 tabletas de éxtasis que venían como correspondencia, vía Correos de El Salvador, pese a que tenían los nombres de los imputados.
"No encuentro cuál es la acción realizada por los imputados (en cuanto al tráfico de éxtasis) porque no me ha sido demostrado en esta vista pública", dijo el juez del caso.
Agregó que el hecho de que el nombre de una persona esté en un sobre con sustancias prohibidas no significa que esa persona sea responsable de ese delito, porque alguien puede enviar un sobre con contenido ilegal con el nombre de otra persona con el propósito de causarle daño.
A principio de 2020, las autoridades antinarcóticas salvadoreñas decomisaron 29 sobres que contenían 1,446 tabletas color morado y que al someterlas a la prueba científica se determinó que se trataba de éxtasis. Se estima que el valor del éxtasis decomisado supera los $18,000, según la Fiscalía.
Los procesados que fueron exonerados de cargos son: Héctor Ernesto Mata Avilés, Carlos Antonio Aguilar Ventura, Alejandro Nuila Ferri y Guillermo Alejandro Jiménez
Uno de los fiscales dijo en el juicio que "ellos (acusados) utilizaron el mecanismo gubernamental de Correos de El Salvador para que se viera que se trataba de una simple correspondencia, pero nunca lo fue”.
Agregó que las correspondencia incautada no tenía remitente, pero venía a nombre de los ahora sobreseídos.
Sin embargo, el juez condenó a Mata Avilés a tres años de prisión por la tenencia ilegal de arma de fuego y otros tres años por posesión y tenencia de droga que le fue incautada en su casa de habitación.
Pero el juzgador reemplazó las penas de prisión por 288 jornadas laborales de utilidad pública.
Eduardo Cardoza, defensor de uno de los procesado, dijo que la Fiscalía y la Policía habían realizado un mal procedimiento con respecto a la incautación de la correspondencia con el éxtasis.
"Ellos debieron, desde que incautaron esa droga en el correo, hacer una entrega vigilada para poder tener la certeza de que era de cada uno (de los imputados). El mismo juez lo dijo:´Si esa droga hubiera venido a nombre mío o de otra persona, era para causar daño", dijo Cardoza.
Agregó que los policías no tuvieron que abrir los sobres, pero los destaparon, tuvieron que ir hacer la entrega de los sobres, ya con la entrega no hubiera habido ningún problema y habrían hecho la conexión entre la droga y los imputados, cosa que no hicieron".
Uno de los fiscales del caso dijo que apelarán el fallo que favoreció a los cuatro imputados por considerarlo injusto porque "pensar que en diversas fechas con nombres, apellidos, direcciones que se corroboró que ahí vivían las personas que eran destinatarias de esa droga, pensar de que no se trata de ellos, es ilógico y bastante subjetivo e injusto".