Gobierno de Estados Unidos flaquea en la seguridad fronteriza

Según una encuesta, el 59% desaprueba las actuaciones del presidente Joe Biden en la frontera con México. El mandatario de EE.UU. cuenta con aprobación en su gestión de la pandemia y la economía.

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Por EFE / AFP

2021-04-26 4:30:43

Un 53 % de los estadounidenses cree que el presidente Joe Biden está haciendo bien su trabajo, especialmente en lo que se refiere a la lucha contra la COVID-19, pero su punto débil es la seguridad fronteriza y la inmigración, según una encuesta publicada el domingo.

Un 59 % de los encuestados para la cadena NBC desaprueba las actuaciones en la frontera con México y el manejo de la inmigración por parte de la Administración Biden, que asumió el 20 de enero pasado y cumplirá 100 días en el poder el 29 de abril.

Solo el 33 % aprueba la gestión de Biden en ese sensible terreno en el que el anterior presidente, Donald Trump, dejó su impronta con una política de mano dura no solo con los inmigrantes que cruzaron a EE.UU. sin documentos, sino con los solicitantes de asilo. Sin embargo, comparado con Trump, Biden tiene una aprobación mayor en sus primeros cien días de Gobierno (53 % frente a 40 % ) y una desaprobación menor (39 % frente a 54 %).

Tanto Barack Obama, demócrata como Biden, como George W. Bush, republicano como Trump, los aventajan a ambos, con 61 % y 57 % de aprobación, respectivamente, en sus primeros cien días.

El encuestador demócrata Jeff Horwitt, de Hart Research Associates, dijo que los resultados de la encuesta no permiten determinar si son “parte de una luna de miel de 100 días o algo más duradero para la administración Biden-Harris”.

“Lo que sí sabemos es que la presidencia de Joe Biden está cumpliendo con los tiempos”, agregó.

Horwitt realizó esta encuesta con el encuestador republicano Bill McInturff, de Public Opinion Strategies.

La mayor valoración para Biden es por su gestión de la pandemia (69 % de aprobación), seguida de la economía (52 %) y los esfuerzos por unir al país (52 %).

Biden cumple 100 días en el poder con una deuda en migración

Pensó en grande, actuó rápidamente y sorprendió a sus críticos y a algunos de sus partidarios. En 100 días, Joe Biden, el 46º presidente de Estados Unidos, deja su huella.

Sin artificios, fiel al tono empático y fácilmente familiar que le gusta, el hombre que fue elegido inicialmente con una promesa de calma después de la tormenta Donald Trump avanza a grandes pasos. Aunque hay temas como el migratorio y de seguridad fronteriza que le son señalados como sus puntos débiles, según sondeos (ver nota aparte).

Ante las burlas sobre sus vacilaciones y meteduras de pata, el presidente se muestra disciplinado, con una comunicación cuidadosamente calibrada. Se enfrenta a Vladimir Putin y a Xi Jinping con fórmulas que dan en el clavo.

Frente a las dudas sobre su energía, el presidente más viejo de la historia del país bate récords en la vacunación contra el COVID-19 (más de 200 millones de dosis administradas). Y en unas semanas hizo adoptar un plan de apoyo a la economía de $1,9 billones antes de anunciar otro sobre las infraestructuras por una suma equivalente.

“Se le ha infravalorado” por su gusto por la moderación, estimó para la AFP Julian Zelizer, profesor de historia de la Universidad de Princeton. Pero “ha cambiado su estrategia apostando por una mayor audacia”, y desde el punto de vista político, “ha dado sus frutos”.

Según tres sondeos realizados ayer, la mayoría de los estadounidenses aprueban la actuación de Biden durante sus primeros 100 días en el cargo, con un rango del 52-58%. Aunque las valoraciones positivas están divididas según los partidos (cerca del 90% de los demócratas lo aprueban, mientras que sólo lo hacen entre el 9% y el 13% de los republicanos), el apoyo que recibe Biden es muy superior al que logró su predecesor, Donald Trump, en toda su presidencia.

Presidencia sin dramas

Rodeado de un equipo hasta ahora unido, ofrece el espectáculo de una presidencia sin dramas ni escándalos. La previsible división del Partido Demócrata no se produjo. La izquierda ha mostrado algunos signos de impaciencia, pero hasta ahora ha apoyado a Biden.

En el día a día, la Casa Blanca da la imagen de una “máquina bien engrasada”, por emplear la frase utilizada por Trump para describir el caos que reinaba en los pasillos de la prestigiosa Ala Oeste durante su mandato.

También en el frente internacional, Joseph Robinette Biden Jr. se posicionó rápidamente. Su “cumbre del clima”, virtual pero bien orquestada, marcó espectacularmente el regreso de Estados Unidos (”America is back”) a este juego diplomático del que su predecesor se había retirado con estrépito.

Tras este evento, cumplió una promesa emblemática de la campaña: utilizó la palabra “genocidio” para referirse a la muerte de 1.5 millones de armenios masacrados por el Imperio Otomano en 1915.

Ninguno de sus predecesores se había atrevido, temiendo la fuerte reacción de Turquía: Barack Obama también se había comprometido a hacerlo, pero se echó atrás una vez instalado en el Despacho Oval.

Sin embargo, como veterano en Washington, sabe que lo más difícil está por llegar.

Su estrecha mayoría en el Congreso es una vulnerabilidad: pone a un puñado de senadores demócratas (como Joe Manchin) en la posición de árbitros poderosos.

Su plan de inversión en infraestructuras es hasta ahora sólo un borrador. Los debates van a ser duros y el resultado de la batalla legislativa es incierto.

Respecto a las armas, al igual que en las leyes electorales, su impotencia podría quedar pronto patente. Por último, en el espinoso tema de la inmigración, Joe Biden ha estado a la defensiva desde que asumió el cargo.

Tres promesas que saca adelante el 46º presidente de Estados Unidos

1- Vacuna: Ante la pandemia que enlutó a Estados Unidos Biden prometió un plan masivo de vacunación. La semana pasada celebró 200 millones de dosis aplicadas y las muertes por coronavirus han caído.

2- Economía: El presidente de Estados Unidos impulsó un paquete de rescate de casi $2 billones, para una economía aporreada por más de un año de restricciones por la pandemia.
Aunque los demócratas controlan el Congreso, su margen de maniobra es estrecho y el presidente Biden debió negociar duramente para que se aprobara su plan de rescate, que es popular entre los votantes, según sondeos.

3- Política exterior: La prioridad de Biden era deshacer lo que considera el daño irresponsable de Donald Trump a las alianzas tradicionales de Estados Unidos. El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, fue su primer invitado internacional a la Casa Blanca, señal de que Washington apunta a fortalecer sus lazos con Asia. Según la Casa Blanca, el primer viaje internacional del presidente Biden será a Europa, para las cumbres del G7, OTAN y Unión Europea en junio.