Las muertes por insuficiencia renal casi se duplicaron en julio, tras la cuarentena

Así lo revela estudio de Otoniel Campos, investigador estadístico de los centros de modelamiento matemático de la UES y la UFG, en el que se calculó las muertes esperadas con base en las ocurridas cinco años previos.

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Foto EDH / Archivo

Por Lilian Martínez

2021-03-11 5:00:35

Los meses de abril, mayo, junio, julio y agosto de 2020 presentaron cifras muy poco probables de muertes por insuficiencia renal. Los primeros dos meses, hubo menos muertes que las esperadas con base a las ocurridas entre 2015 y2020. Pero en junio, julio y agosto hubo 62.5 %, 87.5 % y 60.9 % más muertes que las esperadas con base a las predicciones estadísticas calculadas por Campos.

Este déficit (en abril y mayo) y exceso de muertes (de junio a agosto) es una de las conclusiones a las que llega el estudio estadístico “Análisis Temporal de Muertes en El Salvador desde enero de 2015 hasta septiembre de 2020”, elaborado por el investigador Walter Otoniel Campos, máster en Ciencias en Estadística, quien labora en el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de El Salvador (UES) y el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).

El estudio analiza una base de datos proporcionada a El Diario de Hoy por la empresa de análisis de datos Lab-Dat, la cual solicitó al Registro Nacional de las Personas Naturales las muertes registradas desde 2015 hasta 2019 y las registradas de enero al 30 de septiembre de 2020.

Campos trabajó con los datos hasta ese mes porque cuando Lab-Dat solicitó los datos de octubre, noviembre y diciembre al RNPN, la oficina de información de esta institución dijo que eso debía solicitarse al Ministerio de Salud.

¿Por qué hubo déficit y exceso de muertes renales?

Cuestionado sobre la reducción en el número de muertes por insuficiencia renal en abril y mayo y el exceso de muertes en junio, julio y agosto, el médico intensivista José Gonzalo Batres Baires advirtió sobre el estudio de Campos: “La publicación de estos datos es una luz para la ciudadanía”.

El médico explicó que “el paciente renal crónico padece por lo general de otras enfermedades que en situación aguda pueden tomar protagonismo, un ejemplo puede ser la Diabetes mellitus. Si el paciente muere, es muy probable que muera súbitamente de un infarto al miocardio o de nuevo: una descompensación de su diabetes. Esto explica perfectamente la caída de la curva en las semanas de abril y se prolonga a mayo”.

En cambio, el aumento pudo deberse a que tras la cuarentena los pacientes llegaron probablemente muy descompensados y “por ser muy delicados, los esfuerzos médicos a veces no bastan: fallecen”. Batres Baires explica que en esos casos la muerte es catalogada como renal y no como un evento ajeno. “Esto queda perfectamente calcado en las curvas que suben a partir de junio. Se puede concluir que los departamentos de nefrología asumieron una cantidad bárbara de pacientes y que los esfuerzos no bastaron para evitar la muerte luego de un período de abandono terapéutico en el contexto de la cuarentena”.