Con puertas, ventanas y cualquier ingreso a su casa cerrado, William Echeverría y su familia se resguardaron del humo, cargado de plomo que provenía del incendio de la ex fábrica de baterías, ubicada en el cantón Sitio del Niño, en el municipio de San Juan Opico, en La Libertad, la noche del pasado 02 de agosto. Así, encerrados, pasaron horas de incertidumbre y sin conseguir dormir.
El reloj marcaba las siete de la noche, cuando William se percató del fuego. Relata que las llamas más altas podían observarse por sobre el techo de su vivienda. Las nubes de humo negro se perdían en la oscuridad de la noche, un escenario “aterrador”, expresa. Él y su familia viven a menos de 500 metros de la estructura que se incendió y es una de las casas más cercanas.
“El aire se puso espeso y difícil de respirar”, recuerda William y describe que sintió un fuerte olor a óxido de hierro. De inmediato, él y toda su familia se colocaron mascarillas en un intento por estar protegidos de los componentes químicos que el humo arrastraba por el aire de kilómetros a la redonda.
Pasaron alrededor de tres horas sin que la familia Echeverría hiciera otra cosa que mantenerse encerrados, esperando por la ventana o las rendijas de la puerta, alguna indicación de parte de la policía, bomberos o el Ejército. Solo los hijos de William cedieron ante el cansancio y consiguieron dormir, el resto, cinco adultos, se mantuvo en vela.
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Permanecer dentro de la casa también fue sofocante, describe. La temperatura aumentó considerablemente, al punto en que debieron abrir la puerta para que el aire circulara por un momento. Él describe que exponerse, durante unos minutos, al aire de afuera les provocó “una picazón en la cara, ojos y en la garganta”. Razón por la cual decidieron soportar el calor y permanecer aislados.
El sonido de las sirenas y la luz de las llamas rebotaban en las paredes y volvían cada instante más inquietante. Un helicóptero, que sobrevolaba la zona, aumentó la tensión. Los bomberos trabajaban para apagar el fuego y los cuerpos de socorro se mantenían atentos a cualquier emergencia, sus gritos alcanzaban a escucharse en la distancia.
Gerson Portillo, quien es voluntario de la Cruz Verde Salvadoreña en San Juan Opico, señaló que fueron alrededor de 80 familias las que estaban en riesgo en los alrededores del cantón Sitio del Niño. Hasta la medianoche, Portillo confirmó que no se hicieron evacuaciones masivas debido a que la situación fue controlada. Lugareños afirman que algunas familias evacuaron preventivamente a casa de amigos o familiares.
El gobierno informó sobre la presencia, en el lugar, de las autoridades de Medio Ambiente y Gobernación, además de la Fuerza Armada, quienes, durante la mañana de este lunes mantuvieron un cordón perimetral, impidiendo el ingreso al lugar del incendio, pero habilitando la carretera que pasa a un lado. Los conductores, curiosos, bajaban la velocidad al pasar por la zona.
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