Patricia Argueta Berríos y su compañero de vida, Winston Vladimir Melara Hernández; seguirán en detención preventiva por lo menos en los próximos seis meses, luego de que el juzgado de Paz de Ilopango encontrara los indicios necesarios de su supuesta responsabilidad en el asesinato de Alexis, un niño de año y medio, hijo de la mujer.
La Fiscalía General había pedido que Argueta Berríos y Melara Hernández se mantuvieran en prisión.
“La jueza de Paz de Ilopango ha creído suficientes los elementos de prueba en la etapa inicial, en el cual se logró establecer la participación y existencia del delito y a quienes se les atribuye la comisión del delito de homicidio agravado en perjuicio del menor, procede a darle instrucción formal con detención provisional, la cual posiblemente va a durar un aproximado de seis meses”, dijo la fiscal del caso.
En su oportunidad, una de las fiscales del caso aseguró que la mujer habría asesinado a su hijo por el odio que le tenía al padre del menor, por la violencia intrafamiliar que sufrió ella cuando estuvo acompañada con él.
“Ella hace ver que ella sufrió maltrato o violencia intrafamiliar con el padre del niño, pues al parecer con el hecho de que se parecía mucho al padre , se desquitaba o ejercía violencia sobre el niño, por el maltrato que ella había sufrido con el padre. Se hace alusión que el odio al padre motivó la muerte de su hijo”, dijo la fiscal, luego de acusar a la pareja en el referido juzgado.
#ÚltimaHora | Jueza de Paz ha resuelto que los elementos de prueba presentados por la @FGR_SV contra Winston Vladimir Melara Hernández y Patricia Argueta Berríos, por el Homicidio Agravado de bebé de 17 meses, son suficientes y decreta instrucción con detención provisional. pic.twitter.com/RJjyjO3meW
— Fiscalía General de la República El Salvador (@FGR_SV) September 17, 2020
Contradicciones en testimonios de los acusados
Una serie de incongruencias en las que incurrieron los imputados en sus testimonios permitió que las las autoridades fiscales comenzaran a sospechar de que la pareja era responsable de la muerte del niño.
Las investigaciones preliminares apuntan a que la pareja mintió al asegurar que el menor se había ahogado en la playa San Diego de La Libertad y que había desaparecido.
Sin embargo, el padre del menor alertó a las autoridades de que su hijo había desaparecido y que la versión de la pareja no le convencía.
“Una entrevista que brindó el padre biológico haciendo alusión de que no creía en la desaparición de su hijo en la playa de San Diego y que la madre hacía mención de que en un paseo una ola le había arrebatado a su hijo y que precisamente por eso ella ponía la denuncia”, dijo la fiscal.
La madre reportó el “desaparecimiento” del menor el 18 de agosto pasado y fue hasta el 11 de septiembre que hallaron el cuerpo del niño enterrado en el patio de la casa donde vivía con su madre y su padrastro en la colonia Vista al Lago de Ilopango, según la fiscal.
La Policía informó en su momento que la pareja habría confesado el asesinato del niño. Aseguró que la madre del niño “relató que el motivo del homicidio fue un odio irracional al menor (de edad) relacionado al padre biológico de este”.
Las autoridades fiscales señalan a la pareja como miembros de una pandilla.