“Yo no creo que el jefe del Estado Mayor haya ordenado que eliminaran personas, lo que yo pienso es que es la guerra la que hace que no se valore la vida de otros. Pienso que fue iniciativa del propio Coronel Monterrosa quien hizo esa grosería porque le habían matado a unos soldados, unos días antes”, así de contundente fue la declaración ayer del general Juan Rafael Bustillo, exjefe de la Fuerza Aérea (1979-1989) tras referirse a la masacre de El Mozote ante el Juez de Instrucción de San Francisco Gotera, Morazán.
Ese tribunal de Instrucción escuchó al general Bustillo sobre lo que sucedió en diciembre de 1981, mes en que hay registros, de que se perpetró la masacre en Morazán.
La diligencia judicial se realizó a las 10:00 de la mañana y fue parte de la investigación que realiza la Fiscalía por los delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra, cargos que enfrentan un grupo de militares retirados por la masacre de unos 1,000 campesinos en diciembre de 1981, según los documentos.
Bustillo se sentó en la silla de los acusados y expresó ante preguntas del ministerio Público que “no podía ordenarle a nadie lo que se tenía qué hacer. Yo solo procedí a brindar dos helicópteros que se me solicitaron de la III Brigada (en San Miguel). Yo no podía darle ninguna orden a un comandante de infantería. Esos eran los procedimientos en ese entonces”.
El militar se desvinculó de haber participado o de tener conocimiento de los hechos. “Yo no tuve conocimiento sobre lo que hizo el Batallón Atlacatl, no sabía que estaba en Morazán. Me dí cuenta, hasta que la masacre salió en los periódicos”.
Frente a los señalamientos que le han hecho, el general afirmó: “No sé por qué me mencionan a mi cuando en el informe de la Comisión de la Verdad hecho por profesionales de las Naciones Unidas, no se me menciona a mí y a la Fuerza Aérea”.
Sin embargo, el declarante, lamentó lo que ocurrió en ese diciembre de 1981 y mandó un mensaje de reflexión por la guerra que le tocó vivir.
“Lamento lo que pasó, se los digo a las víctimas. Malditas guerras, las guerras no sirven para nada. Cuántas vidas se perdieron inútilmente. A mi me mataron mi hijo policías nacionales y a los pocos meses salieron libres”, expresó Bustillo ante el juez.
Bustillo aclaró que él no defiende, ni acusa a nadie. “Le digo a los dolientes de lo que pasó, lo lamento mucho, pero yo no fui responsable. Y con esto quiero decir que ya no diré más porque ya dije lo que tenía que decir”, finalizó el militar.
Mauricio Vargas dice que no estaba en el país
El general Mauricio Vargas, quien aseguró que no se encontraba en el país cuando ocurrieron esos hechos, consideró que las declaraciones de Bustillo que incriminan al coronel Monterrosa, podría ser “más que una verdad absoluta, un juicio de valor”.
El diputado por ARENA, dice que lo poco que sabe de la masacre de El Mozote ha sido por la lectura de periódicos y libros que se han escrito sobre el tema y lo que ha extraído es que Monterrosa, el día de la masacre, había salido de Morazán para atender menesteres del Estado Mayor Conjunto en San Salvador.
Al igual que Bustillo, coincidió que el Estado Mayor de la Fuerza Armada jamás pudo ordenar el cometer una masacre. “Esa operación debió haber sido orientada hacia un objetivo específico y no necesariamente a lo que se dice que ha sucedido”, dijo Vargas.
Abogados pidieron que sacaran a los periodistas de la audiencia
Tutela Legal denunció que abogados de otros imputados, intentaron que los periodistas no estuvieran a la hora del interrogatorio de Bustillo, tampoco los familiares de las víctimas y otros asistentes.
Dorila Márquez, representante de víctimas, pidió a sus abogados a interceder porque no fueran sacados los periodistas y otros asistentes de la sala de audiencias.
Frente a los que no querían que se conocieran públicamente las declaraciones del general, el Juez pidió la opinión al Gral. Bustillo, y él estuvo de acuerdo en que la audiencia fuera pública para que escuchen su versión.
“No hay nada que ocultar, la publicidad de la audiencia es garantía de contraloría y seguridad del imputado”, afirmó el juez Jorge Guzmán Urquilla, en claro rechazo a la petición de algunos abogados.
Lo único que el juez no permitió fue que los fotoperiodistas y camarógrafos hicieran imágenes de frente en la audiencia.