Por años los Viejos de Agosto, los Historiantes y los personajes mitológicos salvadoreños han robado más de un grito y risas a los capitalinos que asisten a los tradicionales desfiles del Correo y el Comercio, durante la celebración de las fiestas patronales de San Salvador.
Este año los 70 jóvenes y adultos que se encargan de dar vida a todos los personajes en las danzas de Los Moros y Cristianos, el Torito Pinto, el Venadito, el Cuche de Monte y Los Viejos del Correo han tenido que guardar sus máscaras y colgar sus trajes debido a la pandemia por coronavirus.
“Este sería el primer año que prácticamente estaríamos en pausa debido a la pandemia, ya que no se puede arriesgar a los muchachos, así que tenemos que estar guardaditos”, señaló Celio Efraín López coordinador de las tradiciones de los Moros y Cristianos de San Antonio Abad desde hace 36 años.
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Celio agregó que debido a la pandemia han dejado de asistir a varias fiestas como las de Cabañas, Santa Ana, Sonsonate, Izalco, San Salvador, Mejicanos, Soyapango, Ilopango, San Martín, San Vicente, Usulután, y posiblemente a la de San Miguel en noviembre, y en diciembre La Unión.
“Todos los que participamos en esto, no nos dedicamos solo a las presentaciones, tenemos otras labores que llevamos a cabo para poder llevar sustento a nuestros hogares unos siembran, otros venden frutas y verduras, otros reparan máquinas, pero si en determinado tiempo nos toca representar nuestras tradiciones, siempre estamos disponibles para hacerlo”, apuntó.
Los 70 jóvenes y adultos que participan en las tradicionales danzas realizan un arduo trabajo de preparación los meses de octubre, noviembre y diciembre, durante tres horas diarias, los martes, jueves, sábado y domingo.
“A parte de los bailes, los jóvenes reciben clases de toda la historia de las danzas y los personajes que representan. Se les inculca que somos nosotros los que vamos a realizar el evento, nosotros somos los que vamos a alegrar a la gente, no ellos a nosotros”, indicó Celio.
Añadió que el baile más complicado es el de los Historiantes llamado también Los Moros y Cristianos porque son historias que se danzan y se explica la historia. Lo que cada personaje habla tiene que ser memorizado.
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“Los Moros y Cristianos son danzas que las trajeron de España, son danzas que utilizaron los españoles para evangelizar a nuestra gente. Para cada historia ponían a nuestra gente a dramatizarla y de esta forma les mostraban cómo funcionaba la creencia y la fe en Dios. Porque ellos decían que los indígenas no tenían Dios” explicó.
A pesar que los jóvenes se sienten tristes por no poder mostrar parte de la cultura salvadoreña, a través de sus tradicionales danzas, aseguran que continúan preparándose para presentarse el próximo año con más entusiasmo.