Solo entre el 1 y el 24 de julio, la cifra de fallecidos por COVID-19 reportadas por el Ministerio de Salud ascendió a 169. Entre los últimos ya se cuentan personas que están en el rango de entre 20 y 30 años de edad.
La cifra arriba señalada se impone sobre los 114 fallecimientos que fueron dados a conocer el mes anterior.
El jueves y viernes, de acuerdo con las estadísticas oficiales publicadas, la tendencia fue de nueve fallecimientos diarios.
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Más allá de los datos reportados por el Ministerio de Salud, en redes sociales de la misma institución la población ya señala de forma insistente que esas cifras están por debajo de la realidad.
“Estuve en cuidados intensivos en el Hospital El Salvador y a cada rato sacaban muertos por Covid”, comentó Karina Lovo en la cuenta de Facebook de esa cartera de Estado.
La ciudadana precisó que solo un día conto 11 muertos, otros días 9 en un solo momento.
“Son más (los fallecidos). Yo en un momento contaba varios y no digamos en todo el hospital. Son muchos más; deberían decir la verdad tales así medio entendiera mucha gente”, argumentó.
“Hay gente que llega no muy grave y al rato o siguiente día ya están muertos. Yo tuve Covid y me dio neumonía severa grave, gracias a Dios logré salir hace un par de días. Hay gente que no cree en el virus, pero adentro del hospital es otra cosa, hasta el más fuerte y vergón se muere sin aire”, lamentó Lovo.
Otra usuaria de Facebook, Gloria D Levis, también comentó en el sitio del Ministerio de Salud que los decesos de jóvenes no los están registrando en su totalidad. Ella el 14 de julio perdió un sobrino que tenía 25 años y que no había recibido la vacuna. Según expone, el joven no tenía enfermedades crónicas.
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“Es más a los jóvenes no los ponen en los grupos etarios de fallecidos, porque la vacunación tardó en ser habilitada (para ellos). Los jóvenes no fueron protegidos”, insistió.
Para el doctor Ricardo Lara el panorama en la cifra de decesos no es muy alentadora para las próximas semanas.
El salubrista sostiene que “definitivamente vamos a seguir en un incremento (en los decesos), porque el contagio comunitario está descontrolado”, también porque a su criterio se mantienen debilidades en el manejo de la pandemia, entre ellos el hecho de que la política de toma de muestras sigue sin responder a una base científica, sin criterio epidemiológico del porque priorizan el muestreo en un municipio y no en otro.
“En este momento por ejemplo ya tenemos buenos indicadores que pudiéramos utilizar, uno es el de las vacunas”, precisa.
Según el doctor Lara a la luz de los datos de vacunación se puede determinar qué municipios son más vulnerables, los que están más desprotegidos ya sea porque la población no se ha vacunado, o no ha asistido a ponerse la segunda dosis, y a partir de esa situación priorizar esos sitios utilizando los colores del semáforo, por ejemplo en municipios rojos, amarillos, verdes. Los rojos son los que tienen alto potencial riesgo de contagio comunitario.
También se tiene que utilizar el indicador de movilidad comercial, es decir tener en cuenta cuáles son los municipios que tienen más movimiento comercial y mayor movimiento de personas y no solo se trata de las cabeceras departamentales, sino también de algunos municipios que pudieran pasar desapercibidos.
“Ver el tema del transporte colectivo. Ver cuáles son las rutas de buses que pasan por los municipios de mayor contagio comunitario y en base a ello darle prioridad de color rojo a los municipios de mayor riesgo”, precisa.
De acuerdo con lo expuesto por el salubrista, de igual manera, se debe monitorear en qué sectores o grupos se están dando más los casos y revisar cuáles son las causas conductuales que están a la raíz de eso.
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“A mí me queda la incertidumbre de cuál es la definición de caso SARS – CoV-2 en este momento y que en base a esa definición, especialmente con los asintomáticos positivos, cuáles son realmente las medidas que se tienen que tomar, en el sentido que los mandan a su casa pero la gente no se aísla en su casa, pero si en su casa viven seis personas y la ostras cinco salen quién garantiza que no sean portadoras”, expresa con preocupación.
El doctor Lara insiste en que en este momento la clave para controlar el contagio comunitario debe estar siempre en la educación y promoción de la salud, en tener priorizados los municipios con el semáforo y en tercer lugar buscar la política de toma de muestras encaminada con una base científica.