Una encuesta de la Fundación Friedrich Ebert y la Universidad Francisco Gavidia (UFG) mostró que 33 % de jóvenes que están entre los 18 y 23 años no trabajan ni estudian en medio de la actual crisis sanitaria.
El estudio, que se denomina “Impacto de la pandemia y el Covid-19 en la situación de las juventudes salvadoreñas” y cuyos resultados fueron divulgados este viernes, se desarrolló del 5 al 9 de octubre pasado y abarcó a 1,235 jóvenes de entre los 18 y 35 años, del área rural y urbana.
Óscar Picardo Joao, especialista e investigador educativo de la UFG, detalló que el dato sobre los “nini” es preocupante porque son edades en las que los jóvenes deberían estar en bachillerato o haberlo terminado, pero algunos incluso no lo culminaron.
El sondeo, que implicó entrevistas casa por casa, no solo arrojó luz sobre la situación de los jóvenes en términos de empleo sino también en el área educativa, social, seguridad, salud y migración.
Picardo Joao explicó que si bien el 45 % de la población encuestada tenía trabajo, el 21 % reportó que devenga menos de $211.00; el 32 % gana entre $2011 y $350.00, montos por debajo del salario mínimo establecido ($360.00).
Según los datos del sondeo, el 40 % de entrevistados informó que ya antes de la pandemia su situación era difícil porque no tenía empleo; además, el 67 % tampoco recibe remesas provenientes del extranjero.
Además, durante la pandemia para el 36.4 % el tema del empleo se desmejoró, algunos fueron despedidos o les redujeron el salario, lo que llevó a algunos a emprender un negocio o pedir ayuda a familiares.
Un 67 % de los encuestados recibió alguna ayuda del Gobierno y en el tema de seguridad dijeron que no ha cambiado mucho la situación, solo 4 de cada 10 dicen que se encuentra más seguro.
El investigador de la UFG expuso que 49 % de los jóvenes a los que se consultó dijo que tenía bachillerato, 24 % había cursado tercer ciclo, 13 % primaria, 2 % nivel técnico, 8 % universitario y 1 % postgrado.
“Antes de la pandemia solo el 19 % estaba matriculado en algo, la mayoría en bachillerato. Dejó de estudiar por pandemia un 29 % de ese 19 %. Las razones: económicas, falta de equipo, sin internet, tuvo que ir a trabajar y no se adaptó al modelo virtual”, indicó el especialista educativo.
El 36 % de los consultados dijo que estudiar en la modalidad virtual les resultó “muy complicado”, un 14 % dice que no aprendió mucho bajo esta forma y 9 % no aprendió nada.
Al final del año escolar un 47.3 % de los jóvenes señaló que este fue difícil pero salió adelante, el 12 % considera que estuvo complicado, 10.8 % lo ve como un año perdido, mientras para el 21.2 % fue un año más.
“El estudio refleja que hay problemas en educación media, problemas de todos los rasgos que tocaron los encuestados: problemas de conectividad, problemas con los profesores, problema con la eficiencia”, citó.
Los datos apuntan que el 51 % de los jóvenes no contaron con internet, 30 % tuvo problemas con los servicios de internet en general y 16 % reportó que los profesores no enseñaban nada.
Picardo Joao señala que algo que llama la atención es el hecho de que por un lado hay un porcentaje elevado de “ninis”, pero también que casi la mitad de la población entrevistada reporte problemas de conectividad.
Del total de entrevistados el 76.40 % afirmó haber aplicado las medidas de bioseguridad, mascarilla, lavado de manos, distanciamiento físico; el 12.6 % reportó que se contagió de Covid en algún momento; aunque 8 de cada 10 ya se han vacunado.
El estudio sobre la situación de los jóvenes en pandemia se dio en el marco de un convenio entre la fundación y el centro universitario.
Según lo expuesto por el investigador, los resultados obtenidos pueden servir de guía para diseñar programas de intervención, políticas públicas de educación, seguridad y salud, entre otras.