¿Cuáles son las zonas de riesgo por “flujos de escombros” en torno al volcán de San Salvador?

"Lo sucedido en el área de Nejapa fue un flujo de escombros en el flanco noroccidental del Cerro El Picacho", dijo el Ministerio de Medio Ambiente ante la tragedia ocurrida el jueves por la noche en Nejapa donde nueve personas murieron y 135 casas resultaron dañadas. La entidad señala que aún existe alto riesgo de vulnerabilidad en la zona.

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Fotos de la vivienda dónde quedaron varias personas soterrada. Foto EDH/ Eduardo Alvarenga

Por Xiomara Alfaro

2020-10-31 3:10:13

Todas las zonas volcánicas del país tienen probabilidad de flujos de escombros (o lahares) y están propensas con una baja, media o alta probabilidad dependiendo del comportamiento de la época lluviosa”, señala Elías Campos, técnico de Monitoreo Geológico del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).

En el volcán de San Salvador se tiene mapeado varios sectores de riesgo que pueden ser afectados  con por este tipo de eventos que está compuesto de rocas, árboles, maleza e incluso basura que se va acumulando en las quebradas del volcán durante la época lluviosa.

Apopa, Mejicanos, el área Metropolitana de San Salvador y en los alrededores de los cerros El Picacho y Nejapa están identificados con probabilidad de riesgo.

El Centro de Monitorio Geológico del MARN tiene subdividida las áreas de riesgo en 5 zonas en torno al volcán de San Salvador, estos están clasificados por su volumen: la de más alta probabilidad de que ocurra es la que tiene 100,000 metros cúbicos, luego sigue la de 300,000; 200,000, 1 millón y la de más baja probabilidad es es la de 2 millones de metros cúbicos.

Mapa de zonas de riesgo de flujo de escombros en el volcán de San Salvador. Vía MARN

“Para la zona donde se ha registrado el último evento (comunidad Los Angelitos II, Nejapa) hay varios cauces de quebradas que en los mapas de escenarios están caracterizados por probabilidades de flujos de escombros”, señala el experto.

Campos explica que durante la época de lluvia la acumulación de estos componentes va aumentando lo que genera mayor probabilidad de que se formen flujos que bajan por los drenajes hasta impactar en la parte baja del volcán.

“No se trata directamente de un deslizamiento, pues no son grandes bloques de tierra los que se desprenden sino un combinado”, agrega.

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Las zonas donde se pueden dar fenómenos como el que se tuvo ayer en Nejapa, donde 135 viviendas fueron afectadas y 9 personas perdieron la vida, “son todos los contornos de quebradas que drenan del volcán de San Salvador”, por ende todas las comunidades asentadas en la falda del volcán podrían ser alcanzadas.

“Lo sucedido en el área de Nejapa fue un flujo de escombros en el flanco noroccidental del Cerro El Picacho que se transportó a través de la red de drenajes del mismo”, dijo Medio Ambiente.

La entidad detalló que en la medida que el material viajó, aumentó su volumen y se fue moviendo por los drenajes hasta llegar a un punto en el que -por las condiciones naturales del cauce- se detuvo y represó descargando una parte de rocas que impactó la parte baja de las viviendas y la carretera.

“En el caso de Nejapa ya había un represamiento a unos 550 metros sobre el nivel del mar, ya había material retenido, y con la intensidad de lluvias y el corto tiempo de la acumulación de agua, esto ayudó a que viniera más material, lo empujara y lo arrastrara hasta llegar y pasar por la carretera”, explica Campos señalando que en la parte alta del volcán se han medido “bloques” de dos hasta tres metros de diámetro.

Las autoridades señalaron que la lluvia más intensa que se tuvo durante la noche del jueves fue en el Picacho, donde se registró un acumulado de hasta 135.6 milímetros, entre las 9 y las 12 de la noche.

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El MARN ha señalado que las condiciones de susceptibilidad en la zona de Nejapa aún son altas.

“Al generarse lluvia en el sector existe una probabilidad alta de arrastre del mismo material en la quebrada. Por lo que, el potencial de generarse impactos por daños en infraestructura, pobladores y cultivos, e interrupciones de actividades prolongadas, se mantiene”, señala en el Informe Especial número 53.

En 2009 los efectos del huracán Ida provocó un evento similar que afectó las zonas de Verapaz y Guadalupe, en el departamento de San Vicente. “El volcán de San Vicente también tiene varias quebradas que pueden volver a generar este mismo fenómeno”, señala Campos asegurando que son zonas que se tienen debidamente identificadas. Igual situación se tuvo en 1982 en el deslave de Montebello.