Vigilante desapareció hace 10 meses también de la Quezaltepec

Roberto trabajaba como seguridad en un supermercado. Ya una vez lo habían intentado matar

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Roberto Ernesto Espinoza Guillén desapareció el 2 de marzo de 2021 en la colonia Quezaltepec, de Santa Tecla, misma de donde desaparecieron los hermanos Guerrero Toledo. Imagen de carácter ilustrativo y no comercial/ Cortesía

Por Redacción El Diario de Hoy

2022-01-04 9:34:33

Roberto Ernesto Espinoza Guillén era vigilante de un supermercado que funciona en la urbanización Santa Elena, en Antiguo Cuscatlán, cuando desapareció hace poco más de 10 meses.

Fue el 2 de marzo del año recién pasado, a las 3:14 p.m., cuando familiares tuvieron el último contacto a través de un teléfono.

Igual que en el caso de los hermanos Karen y Eduardo Toledo Guerrero, y de la futbolista Jimena Ramírez, también desapareció de la colonia Quezaltepec, ubicada en la periferia de Santa Tecla, considerado uno de los municipios a nivel nacional con bajos índices de homicidios.

Sin embargo, Santa Tecla ha estado en el ojo de los medios de comunicación debido a la desaparición de los hermanos Toledo Guerrero y de Jimena cuyo cadáver fue encontrado a finales de noviembre y diciembre, en un cementerio clandestino localizado en la finca Suiza, en Nuevo Cuscatlán, a donde fueron llevados los hermanos Toledo Guerrero, según las investigaciones sobre ese caso.

Santa Tecla, además, según datos policiales, es un municipio en el que solo hay presencia de la Mara Salvatrucha (MS-13).

Ya lo habían intentado desaparecer en 2017

Familiares de Roberto Ernesto comentaron a El Diario de Hoy que él no tenía vínculos con pandillas, era muy dedicado a su trabajo, aunque en su tiempo libre le gustaba tomarse algunos tragos de licor o cervezas.

En el caso de esta persona, según refieren familiares, el mero 24 de diciembre de 2017, fue privado de libertad. Se lo llevaron para matarlo, según él mismo contó a personas de confianza de su entorno familiar.

En esa ocasión, quienes lo privaron de libertad también fueron miembros de la MS-13. Lo afirmaba porque logró reconocer a algunos. Roberto Ernesto apareció cuatro días después, el 27 de diciembre, bien golpeado, refieren algunas personas que conocen el caso.

Los pandilleros lo privaron de libertad por error; lo confundieron y por eso lo liberaron. Él no puso denuncia. Todo quedó tranquilo.

De acuerdo con fuentes policiales que conocen el caso, quienes lo privaron de libertad en 2017 fueron pandilleros de la colonia Quezaltepec.

Tomando en cuenta ese antecedente, fuentes policiales no descartan que los mismos pandilleros lo hayan desaparecido.

El pasado 2 de marzo fue visto por última vez departiendo bebidas alcohólicas en un pasaje de la colonia Quezaltepec. Hasta la fecha, sus familiares no han sabido nada de Roberto Ernesto.