Cabecilla de mara a prisión por caso de repartidores

También su compañera de vida y su madre se mantendrán en detención preventiva, mientras siguen investigaciones.

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Raúl Erasmo Alfaro Pérez, su pareja y su madre se mantendrán en prisión preventiva por tener los celulares de los repartidores asesinados en Lourdes, Colón. Foto EDH / archivo

Por David Marroquín

2021-03-29 6:14:05

Raúl Erasmo Alfaro Pérez, supuesto cabecilla de la pandilla 18 en Nuevo Lourdes, Colón, se mantendrá en prisión por orden del Juzgado de Paz de ese municipio por tener los celulares de los dos repartidores de comida china que desaparecieron y que dos meses después hallaron sus cadáveres.

Su compañera de vida, Erika Yamileth Pérez Rodríguez; y su madre, Dora Mirna Pérez, seguirán detenidas mientras las investigaciones continúan en la etapa de instrucción.

La decisión del referido juzgado se conoció después de la audiencia inicial en contra de los tres imputados realizada el domingo pasado.

Alfaro Pérez y su pareja son acusados de receptación por tener los celulares de los jóvenes repartidores, Diego Miguel Sibrián y Wilber Bladimir Escalante.

También se les imputa el delito de posesión y tenencia de marihuana.

Al momento del registro a la casa de Alfaro Pérez, le hallaron una cantidad considerable de marihuana la que, según las autoridades policiales, sería para venderla en la zona.

La madre de Alfaro solo enfrenta el delito de receptación por tener los dos celulares de las víctimas.

Aún cuando los teléfonos de los jóvenes asesinados los tenía Alfaro Pérez, eso no es suficiente para acusarlo del desaparecimiento y homicidio de Diego y Wilber, según fuentes fiscales.

Sin embargo, las investigaciones se profundizarán para recabar las pruebas necesarias que demuestren que Alfaro Pérez también fue el responsable de haber ordenado los asesinatos, según la Fiscalía.

Fuentes policiales aseguraron que Alfaro ordenó el asesinato de los dos jóvenes, porque él creía que ellos se dedicaban a la venta de drogas en el sector donde él distribuye marihuana.

Sin embargo, esa hipótesis aún no ha sido confirmada por las autoridades.

Sibrián y Escalante desaparecieron en noviembre pasado en la colonia Nuevo Lourdes, cuando el primero llegó a visitar a su compañero de trabajo.

Sus cadáveres fueron hallados enterrados el 23 de enero pasado en un terreno de la misma colonia.

Las pruebas de ADN que las autoridades de Medicina Legal le hicieron a los restos encontrados, confirmaron que se trataba de Wilber y Diego.

A principios de este mes, marzo, la Fiscalía General entregó los restos a sus familiares para que les dieran cristiana sepultura.