"La democracia se restablece desde adentro": politólogo Daniel Zovatto

El analista argentino ve un deterioro de la democracia no solo en El Salvador sino en todo el hemisferio, por lo que ve clave que se recupere el consenso sobre un Estado de derecho

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Imagen de la marcha contra Nayib Bukele del pasado 15 de septiembre. / Foto EDH Archivo

Por Enrique Miranda

2021-11-21 9:20:31

En tiempos donde la democracia parece estar proscrita en varias regiones del continente americano, dados los proyectos autoritarios en al menos un tercio de los países latinoamericanos, los politólogos creen que ha llegado el momento de que los sectores que sí creen en la democracia se unan en un frente común para enfrentar las amenazas de los regímenes autocráticos.

“El momento es de extrema gravedad porque América Latina, del 2006 a la fecha, ha perdido seis democracias en el camino: 4 democracias han pasado a regímenes híbridos y van alejándose de la democracia camino a un sistema autoritario”, consideró el politólogo argentino Daniel Zovatto en la VIII edición del Foro Internacional de Análisis Político (FIAP).

A su juicio, esos cuatro regímenes híbridos son El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití. Además ubica a Venezuela, Nicaragua y Cuba en la categoría de las dictaduras, mientras el resto de naciones latinoamericanas se mantienen en democracias con diversos grados de problemas. En el tope de la clasificación, el director de IDEA Internacional ubica a Uruguay y muy cerca a Costa Rica.

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Carlos Alvarado, presidente de Costa Rica. / Foto EDH Archivo

Para el experto, El Salvador ha avanzado de forma acelerada hacia un proyecto autoritario por la cooptación de instituciones como la Corte Suprema de Justicia que ha hecho el presidente Nayib Bukele a través de su bancada legislativa mayoritaria.

“En 2018 advertí que estaban dadas las condiciones para que El Salvador terminara eligiendo un líder antisistema por el desprestigio de los partidos políticos, un crecimiento económico anémico, niveles de inseguridad altos, voluntad de los jóvenes de abandonar el país…Hoy hablo desde otra perspectiva: de la grave deriva autoritaria que vive. Los invito de nuevo a mirarse en el espejo de Nicaragua”, dijo Zovatto en el FIAP.

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El politólogo Santiago Cantón, también argentino, coincide con su colega en que El Salvador ya no es una democracia con dificultades, sino en camino de un régimen autocrático y lo describe con esta metáfora:

“La democracia es un libro de mil hojas y la primera frase del libro son las elecciones. ¿Qué está pasando en la región? Pasó en Venezuela, está pasando en El Salvador. Los líderes le quitan una hoja por día al libro y pasados mil días ya no hay democracia. Pasó en Venezuela con Chávez, en Nicaragua con Ortega y está pasando en El Salvador. Hay que ver en qué etapa está El Salvador”, dijo el argentino Cantón.

Ambos politólogos afirman que El Salvador ya no es una democracia por la falta de separación de poderes luego de la imposición de una Sala Constitucional afín al presidente Nayib Bukele a través de una Asamblea mayoritaria, acto que fue consumado el 1 de mayo y condenado por Estados Unidos y la Unión Europea.

“A mi modo de verlo El Salvador ya no es una democracia. La Carta Democrática Interamericana establece cuáles con los elementos que tiene una democracia.. Si uno analiza esos elementos, se dan las elecciones pero no los otros elementos”, argumentó Cantón en torno a la separación de poderes y el régimen plural de partidos y organizaciones que consigna esa Carta adoptada en 2001 en la Organización de Estados Americanos.

Crisis por indiferencia

Los expertos coinciden en que los ciudadanos latinoamericanos están desencantados porque los políticos no han resuelto sus problemas del día a día como la pobre economía, falta de empleo, educación y salud y la campante inseguridad. Es decir, la democracia no les ha resuelto sus problemas.

Presidente Nayib Bukele durante cadena nacional. Foto: Presidencia

“La gente esperaba equivocadamente que el regreso a la democracia o la construcción por primera vez de un régimen democrático, que esa democracia traería bienestar, empleo, mejores ingresos, mejor educación, salud, vivienda, seguridad. Es decir, hubo una identificación inevitable y lógica pero incorrecta entre la vigencia de una democracia representativa per se y el bienestar”, analizó Jorge Castañeda, excanciller mexicano y catedrático de la Universidad de Nueva York.

En eso coincide Zovatto, porque afirma que es difícil tener democracias de calidad en contextos estructurales como corrupción estructural, altísimos niveles de desigualdad en las sociedades latinoamericanas, economías volátiles, etc.
“No es fácil tener democracias de calidad en este contexto. Mucha gente pensó: ‘llegó la democracia y me llegó el paraíso terrenal con el desarrollo’”, afirmó.

Y tampoco ve que el futuro sea prometedor si no los ciudadanos no toman responsabilidad por la elección de sus gobernantes, la organización y demanda de rendición de cuentas, entre otros.

“La democracia en América Latina está sometida como en un sándwich: no ha resuelto los problemas del siglo pasado (pobreza, inseguridad) y debe afrontar los nuevos desafíos (como la brecha digital)”, comentó el argentino.

¿Qué hacer?

A nivel general, Daniel Zovatto cree que el primer paso es que la gente y los países vuelven a tener un consenso de que la democracia es el mejor sistema para los pueblos para vivir y desarrollarse de forma plena, con los mismos derechos y la posibilidad de tener un pensamiento diferente.

“Primero hay que tratar de restablecer el consenso político a favor de la democracia que estaba presente allá en 2001 cuando se adoptó la Carta Democrática Interamericana y se ha venido debilitando. Ya no tenemos ese nivel de consenso”, dijo el director de IDEA Internacional.

Sin embargo, esto pasa por que las personas vuelvan a creer en las instituciones, organizaciones y partidos políticos, actualmente muy desprestigiados en todo el continente.

Miles de personas marcharon el 15 de septiembre y 17 de octubre para reclamar a Bukele el irrespeto a la Constitución de la República, a la separación de poderes, la poca transparencia y otras cosas. Foto EDH / Archivo

En este aspecto, Kenneth Roberts, catedrático de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, piensa que los partidos políticos y sus dirigentes tienen mucho trabajo por hacer para recuperar los lazos.

“No hay recetas para saber qué hacer pero sin duda es importante que los partidos sean abiertos a la participación de sus miembros y diversos sectores. No pueden ser cerrados ni instrumentos para los líderes, no pueden tener un enfoque para ganar las elecciones, tienen una misión más amplia y funciones sociales y políticas más amplias”, explicó el norteamericano Roberts.

Pese a esa tarea, el catedrático norteamericano afirma que además tienen que lidiar contra el discurso de líderes populistas que atacan a los partidos tradicionales en todo el mundo.

“La noción ‘que se vayan todos’ es siempre parte de ese discurso. Es difícil para los partidos contrarrestar esa tendencia, pero deben trabajar en las comunidades y crear vínculos con la sociedad civil. Los partidos pueden ser canales más fuertes para la integración de los sectores populares que reconstruyen las conexiones que permitan esta representación”, dijo Roberts.

Luego, Zovatto asegura que la comunidad internacional debe ser más drástica al aplicar sanciones, sobre todo económicas a los regímenes autocráticos.

“Lo segundo es fortalecer los mecanismos de democracia a nivel regional. Vincular las sanciones políticas a los organismo financieros internacionales. No puede ser que a Ortega lo siga financiado el BID, el BCIE el Banco Mundial…eso no es posible”, criticó el argentino.

Y, por último, y no menos importante, Zovatto asegura que se los sectores democráticos de un país deben unirse, organizarse, dejar atrás sus diferencias para enfocarse en lo que los une: reclamar por sus derechos.

“La democracia se restablece desde dentro, la comunidad internacional puede hacer muchas cosas pero la primera línea de defensa se pelea dentro. Ahí claramente todos los sectores democráticos: partidos, iglesias, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, empresarios tienen que dejar sus diferencias de lado y hacer un frente común”, recomendó el politólogo.

Para el caso específico de El Salvador, Zovatto argumentó que enfrentar la “deriva autoritaria” del gobierno del presidente Nayib Bukele pasa por esa misma receta.

“Que va a haber sufrimiento sí, pero la única manera que tienen es enfrentándolo. Para eso tienen que aprender de los errores de otros lados, dejar de lado las diferencias y hacer un frente inclusivo, no político, si no lo más multisectorial posible, basado en valores democráticos para presentar el señor Bukele que hay un sector amplio dispuesto a defender la democracia cueste lo que cueste, con la ayuda de la comunidad internacional, pero la batalla es interna. El éxito no esta asegurado pero la importancia es que mañana vean a sus hijos y les digan ‘dimos la pelea’. Tienen una ventana de oportunidad que se está cerrando”, concluyó Zovatto.

Estado de la democracia en la región de América Latina

Democracias con más o menos problemas
Acá se ubican los países con solidez institucional: Uruguay, México, Costa Rica, Colombia, Brasil, Argentina, Ecuador y Paraguay. Algunos colocan acá a Bolivia, aunque otros analistas lo ponen en un peldaño más abajo.

Regímenes en camino al autoritarismo
Los analistas colocan ya acá al Triángulo Norte de Centroamérica pues su democracia va camino del autoritarismo: El Salvador, Guatemala y Honduras, además de Haití.

Dictaduras
Coinciden los analistas del FIAP que acá está Cuba desde el castrismo, además de Venezuela con el chavomadurismo y Nicaragua con la dictadura familiar de los Ortega Murillo.

Primeros pasos para recuperar la democracia

Recuperar el consenso sobre la democracia
Para el politólogo argentino Daniel Zovatto en Latinoamérica se ha perdido el consenso sobre la necesidad de tener democracia en estos países, consenso que a su juicio sí existía cuando se estableció la Carta Democrática Interamericana en 2001. Es decir, que la gente ya no cree en el concepto de que la democracia es necesaria, según muchas encuestas.

Sanciones de la comunidad internacional
Zovatto cree que la comunidad internacional puede jugar un papel clave de apoyo en los países cuyos gobernantes se han vuelto autoritarios, como Venezuela o Nicaragua. El analista argentino ve inaudito que organismos financieros multilaterales sigan financiando regímenes como el de Daniel Ortega en Nicaragua. Cree que las sanciones deben ser duras.

Frente común de amplios sectores
“La democracia se restablece desde adentro” fue la frase concluyente del politólogo Daniel Zovatto para enfatizar que los dos primeros pasos antes descritos no surten efecto si los sectores democráticos no se unen para reclamar por los espacios de asociación y de críticas necesarios en toda nación incluyente.