El hombre de edad avanzada murió alrededor de las 8:00 am. Foto EDH/ Jorge Reyes
El cuerpo fue levantado del lugar siguiendo los protocolos de COVID-19 y llevado al hospital Nuestra Señora de Fátima mientras los familiares realizaban las gestiones en el cementerio de la localidad para su sepultura.
Durante las últimas semanas varios han sido los pacientes que han fallecido en las salas de espera de los centros de salud, los cuales, de acuerdo a denuncias de personal médico están saturados a raíz de la emergencia del coronavirus.
El 17 de junio pasado, una niña de siete años que llegó con fiebre a la unidad de Fosalud de Aguilares donde murió.
Un video que circuló en redes sociales mostraba que la madre de la menor está esperando atención médica a las afueras de la unidad médica con su hija en brazos. Una enfermera se acerca y ven que la niña ya no tiene pulso.
El Ministro de Salud dijo que el caso de la menor era investigado para determinar la causa del deceso.
Ante la cantidad de consultas en áreas de emergencia, la falta de espacios y equipos adecuados en el sistema de salud para la atención de personas contagiadas con el COVID-19 muchos de los pacientes son atendidos es zonas improvisadas como pasillos y parqueos.
Tal es el caso del hospital del hospital General del ISSS donde la sobresaturación en el área de emergencias es tal que pacientes deben pasar varios días en una silla conectados a oxígeno esperando por una cama, según denuncias de médicos que atienden en el lugar.
Uno de los médicos internistas que atiende en la primera línea dijo que varios de los enfermos han muerto en el pasillo de emergencias debido a la falta de oxígeno y condiciones adecuadas para su atención.
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Testigos afirman que el señor se veía cansado y se desmayó. A los dos minutos informaron que había muerto.