Durante el fin de semana pasado las autoridades sorprendieron a varios turistas bañando, y departiendo en las playas y restaurantes de Torola, Playas Negras, y Las Tunas en Conchagua, La Unión.
Fue una inspección del personal de la Comisión Municipal de Protección Civil, y la Policía Nacional Civil para asegurarse que los restauranteros de la zona no estuvieran dando la atención en mesas.
El subinspector Villalobos, jefe del puesto policial de cantón El Tamarindo, dijo que el pasado domingo encontraron varios turistas disfrutando de piscinas en los ranchos y restaurantes de la zona, por ello a los establecimientos se les recomendó servicio a domicilio en los establecimientos.
“La alcaldía cuenta con una ordenanza que prohíbe la reapertura de éstos lugares mientras no esté en funcionamiento la fase dos, por lo que les hicieron un acta y en caso de ser reincidentes les aplicaran las multas”, agregó Villalobos.
Según el oficial policial, a los turistas se les recordó que los ingresos de las playas las tienen cerradas por ello se colocaron conos y cintas amarillas, por lo que esperan que cumplan con dichas medidas de la cuarentena voluntaria.
Jesús Medina, alcalde de Conchagua manifestó que es entendible la situación económica de los dueños de los restaurantes del lugar, pero que es necesario darle cumplimiento a todas las medidas para evitar que siga en aumento los contagios de personas por el COVID-19.
Medina asegura que los visitantes eran personas de otros municipios del departamento de La Unión, de San Miguel y de Morazán, “contamos con una ordenanza para aplicar multas o suspensión de los servicios de operación de los restaurantes, ellos se comprometieron a colaborar y solo dar los servicios a domicilio”, agregó el edil.
Según el Ministerio de Salud, el municipio de Conchagua registra un total de 116 personas contagiadas por el virus, siendo uno de los municipios más afectados en el departamento de La Unión.