Chef crea marca de café para ayudar a jóvenes y familias

Roberto Godoy creó la marca de café Romero, cuyas ganancias irán a dos fundaciones.

descripción de la imagen
Foto EDH/Lissette Monterrosa

Por Karen Salguero

2018-10-21 6:42:54

El amor por la cocina llevó al chef Roberto Antonio Godoy a solidarizarse con los más desfavorecidos. Impulsado por esa chispa de altruismo que lo acogió una vez a él en Argentina, ahora se dedica apoyar a los salvadores a través un proyecto con sabor a café, éxito y juventud.

Te puede interesar: FOTOS – VIDEOS: Esta es la razón por la que varios drones sobrevuelan una escuela de Zacatecoluca

Godoy es un experto de la cocina internacional que regresó al país hace siete años para recordar sus raíces; ahora, por medio de la marca de café Romero, se decida a ayudar a jóvenes en riesgo por la delincuencia y a familias desintegradas por la migración.

Sin dudarlo dos veces, el cocinero se involucró en el proyecto que inició con una propuesta por el gusto por el café. “Empiezo a meterme en el ambiente del café porque a mí me encanta, es mi único vicio”, explicó.

Realizando diversas gestiones con cafetaleras, crearon la marca Romero, cuyo objetivo es obtener fondos económicos para el trabajo que desarrollan dos fundaciones: Funcresal y Pro Emigrante.

Te puede interesar: En Ilopango, los adultos aprenden gratis a nadar

Funcresal es una institución que se dedica a la educación de los jóvenes, quienes en un 80% son becados y provienen de familias de escasos recursos.

En el caso de Pro Emigrante, se trata de un fundación que a través del programa “El Buen Samaritano” ayuda a familias desintegradas por la migración o que han sido deportadas.

El nuevo café será lanzado en noviembre y tendrá el precio de $7.95. “La ganancia será doble: disfrutarán de una rica taza de café y, a la vez, ayudarán a muchos salvadoreños”, dijo Godoy convencido de su brindar una mano amiga, misma que lo acogió a él en Argentina.

Sus inicios

“Desde los seis años me empecé a meter en la cocina a travesear”, comentó riendo el artista culinario, al recordar “sus primeros desórdenes en la cocina”, de la cual se vio atraído desde corta edad.

En su técnica como autodidacta en la gastronomía y el afán de crear nuevas recetas, una característica que lo sigue describiendo hasta hoy, logró llegar a ser un gran conocedor de la comida.

El cortar, preparar, sazonar y cocinar, se convirtieron en su juego favorito, y los ingredientes, en sus mejores amigos.

A los 14 años Godoy ya cocinaba con gran dedicación. “El 24 de diciembre era yo el que me encargaba de preparar y hornear el pavo, y no sólo el de mi familia, sino que también el de amigos y vecinos”, manifestó el apasionado cocinero.

El chef ingresó al bachillerato en el colegio Centro Cristiano, en Santa Ana, y el amor por la cocina era una habilidad muy marcada en su vida; sin embargo, inseguro por lo que debía estudiar llegó hasta él una propuesta que le cambió la vida.

El tío del joven, Juan Carlos Godoy, quien residía en Argentina, le propuso apoyar su talento a nivel profesional. Le daría el estudio para ser chef en Argentina.

Inseguro por su edad, a los 18 años, el ahora experto le pidió a su tío que le diera dos años para proyectarse los retos a los que se enfrentaría en su nueva vida. Pasado ese tiempo, a los 20 años, emprendió su viaje hacia Argentina, entre temor, esperanza y, sobre todo, optimismo de convertirse en lo que más anhelaba, en un chef profesional.

El ahora profesional culinario inició sus estudios en el Instituto Económico Argentino en la ciudad de Salta, en 2007; un comienzo al que Godoy describe como uno de los trayectos más difíciles de asimilar, pero cautivado por la gastronomía, los retos se fueron convirtiendo en pasión, diversión y amor por la cocina.

“No me importó lo pesado que sería, pero con mis estudios comencé a trabajar en un restaurante, donde me dieron la oportunidad de iniciar de cero. Mi vida estaba en la dinámica de estudio y trabajo, pero yo amaba lo que hacía”, dijo el chef. Recordó que el primer ciclo de sus estudios fue costeado por su tío, pero luego él asumió los costos.