José Atilio Jiménez Quintanilla, uno de los 13 procesados en el caso Carla Ayala, fue condenado a tres años de prisión, pena que será sustituida por trabajos de utilidad pública, al confesar haber encubierto al exagente del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP), Juan Josué Castillo Arévalo, conocido como Samurai y el principal acusado del asesinato de la agente de la Policía, según la oficina de prensa del centro judicial Isidro Menéndez.
Jiménez Quintanilla aceptó en el juicio en el referido caso, las condiciones que Fiscalía General y el juzgado especializado de Sentencia de la Mujer le propusieron que era confesar los hechos y comprometerse a resarcir los daños.
En ese sentido, Jiménez Quintanilla deberá de pagar $2,000 a la familia de la agente Ayala como indemnización.
La pena de los tres años de trabajos de utilidad pública será supervisada por un juzgado de Vigilancia Penitenciaria.
“Es la persona que vino con el señor Castillo a San Salvador a dejar el vehículo policial (que se llevó para ir a desaparecer el cuerpo de la agente Ayala hasta San Francisco Javier, Usulután)”, dijo el abogado Luis Servellón.
En caso de que los nueve policías y los tres civiles sean declarados culpables, entonces podrían recibir penas de hasta 44 años de prisión.
Ayer por la tarde, el exdirector de la Policía, Howard Cotto y el exsubdirector de la Policía, César Flores Murillo, declararon como testigos de la Fiscalía General. Por tener reserva total el caso, no se supo el contenido de lo que testificaron.
Ellos son parte de los 100 testigos que la Fiscalía presentará en el juicio contra de los 13 acusados de haber ayudado a escapar y a encubrir a Castillo Arévalo.
La agente Ayala fue baleada por Castillo Arévalo en un carro patrulla cuando la iban a dejar a la delegación policial de Apopa, después de la fiesta de fin de año en el GRP.
El cadáver de la agente Ayala fue encontrado enterrado en el cantón Los Hornos de San Francisco Javier, Usulután, en septiembre de 2018.