“Yo lo que quiero es que mi pueblo no esté contagiado con COVID-19”

Atiquizayense se ha dedicado, de forma voluntaria, a desinfectar superficies de la ciudad; algunos lo critican por su disposición de trabajo, pero dice que lo hace para reducir los riesgos de contagio del nuevo coronavirus.

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Foto EDH / Cristian Díaz

Por Cristian Díaz

2020-05-07 4:30:35

AHUACHAPÁN. El Chinito, como es conocido, tiene miedo de contagiarse de COVID-19; sobreponiéndose a ello, a diario recorre varios kilómetros, principalmente, del área urbana del municipio de Atiquizaya, en Ahuachapán, para desinfectar las superficies a través del uso de una bomba de mochila que trabaja a base de motor.

Al final de la jornada termina con dolor de cabeza y de cuerpo; el hombre reconoce que es el cansancio de las jornadas laborales pues solo el equipo que carga pesa 25 libras y a eso se le suman otras 10 libras, del líquido desinfectante.
Un día de trabajo puede durar hasta cinco horas continuas con dicho equipo en su espalda.

En ocasiones, la desinfección termina a las 12:00 de la medianoche y el siguiente día, a las 6:00 de la mañana, ya debe estará listo para continuar el trabajo.

Cuando entró en vigencia la cuarentena domiciliar obligatoria a nivel nacional, la mayoría de empleados municipales se quedaron en sus casas; pero él se presentó a su trabajo de forma voluntaria para continuar con la labor que había comenzado al menos una semana antes, para entonces con una bomba utilizada en la agricultura.

Foto EDH / Cristian Díaz

 

 

Quienes conocen a Marvin Alexander López Cortez, de 38 años, coinciden en señalar que tiene un espíritu de voluntariado como pocas personas; al punto que solo un par de días ha descansado porque su deseo es disminuir las posibilidades de contagio en la ciudad.

“Me siento muy feliz de estar ayudando a mi pueblo; (pero) a la vez es un riesgo andar así, que uno no sabe cuándo le va a llegar el virus. Cuando me pongo la bomba no reniego sino que le pido a Dios que me guía, que me cuide, y que me proteja de cualquier cosa. Hay compañeros que me hacen burla de que uno es ‘yoyo’, pero sé que no lo estoy haciendo por ser ‘yoyo’ sino que lo estoy haciendo por mi pueblo”, relató El Chinito, quien es ordenanza en la municipalidad.

Protegido con su traje, guantes, mascarilla, careta, y botas de hule, recorre la ciudad desinfectando las superficies de lugares populosos. Solo baja el equipo de su espalda cuando termina los 25 litros de agua y desinfectante, y requiere una nueva carga para continuar su trabajo.

Cuando llega a casa toma sus precauciones; toma un baño y se cambia de vestimenta.

A su familia le inculca las normas de precaución; aunque en ocasiones, reconoció, que ellos mismos le piden que ya no continúe con dicho trabajo por el riesgo que existe de contagio.

 

Foto EDH / Cristian Díaz

 

Yo lo que quiero es que mi pueblo no esté contagiado con COVID-19. Cuando decían el Covid está en China, nunca se me imaginé que iba a venir al país. Me afligí cuando dijeron que ya había un caso; ahí me comencé a preocupar por mi familia y la gente de mi pueblo. Fue cuando comencé a trabajar más, por nada a cambio, sino que de voluntario. Soy de las personas que no me gusta estar descansando, me ‘sofoco’, entonces me presenté con el jefe de Recursos Humanos y le comenté sobre cómo podía hacer para ayudar”, explicó el atiquizayense.

En total son 72 empleados municipales los que se han sumado de forma voluntaria a las diferentes actividades para el combate del COVID-19 en el municipio.

Hasta ayer, a las 4:00 de la tarde, el municipio de Atiquizaya registraba 5 casos confirmado de COVID-19, de acuerdo con los registros del Ministerio de Salud.

 

 

Foto EDH / Cristian Díaz