Anciana esperó 14 horas para ser atendida en hospital del ISSS y murió seis días después de forma confusa

María Calderón, de 81 años, tuvo larga espera recibir una camilla. Su familia denuncia que no hay claridad sobre la atención médica que recibió o sobre la supuesta prueba de COVID-19 realizada.

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La familia de María Calderón, de 81 años, denuncia que esperaron por horas para que ella fuera ingresada a emergencias. Foto Cortesía

Por Óscar Portillo

2020-08-05 7:08:24

Casi un mes ha pasado desde la muerte de la madre Gladis Calderón y, desde entonces, ella lamenta cada día haberla ingresado en el Hospital General de Seguro Social.

María Calderón, de 81 años, murió el pasado 11 de julio luego de pasar seis días ingresada en el hospital y haber sido víctima de numerosos descuidos y negligencias, según denuncia su familia.

El 6 de julio, sus hijos decidieron llevar a María al Hospital General del Seguro Social, pues comenzó a presentar un deterioro en su salud, debido a problemas respiratorios que padecía desde hacía cinco años. Por su edad, el padecimiento parecía haberse complicado, deduce la familia.

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Sin haber realizado pruebas o diagnósticos, Gladis relata que su madre fue ingresada al cuarto nivel del Hospital General, lugar en donde se atiende a los pacientes de COVID-19, según le informaron. “Nos dijeron que le habían hecho la prueba nasofaríngea”, recuerda y señala que luego se contradijeron. “Cuando el doctor nos habló, nos dijo que no la estaban haciendo”, relata Gladis.

Ella y su familia sospechan que a María la llevaron directamente a la zona de pacientes COVID-19, únicamente por los síntomas respiratorios, y no tomaron en cuenta que ese cuadro ya lo padecía desde hacía varios años atrás. “¿O sea que todo el que tiene problemas respiratorios, para ellos es COVID?”, cuestiona Gladis.

Las primeras horas en el hospital

Para Raúl Calderón, hermano de Gladis, fue mucho más dura la experiencia, pues vivió de primera mano el trato que su madre recibió durante las primeras horas en el Hospital General del Seguro Social.

Él narra que, al llegar al centro médico, el lunes seis de julio, alrededor de las 4 de la tarde, esperaron por horas, incluso durante toda la noche, a que su madre pudiera ser ingresada a emergencias. Un total de 14 horas de espera en las que Raúl presionó para que le brindaran una camilla a su madre. Ese día fue la última vez que la vio con vida.

María Calderón murió bajo sospechas de COVID-19, pero su familia cuestiona los procesos que el hospital del ISSS siguió para determinar su padecimiento, además de la negligencia en su atención. En la imagen, el día en que era trasladada para ser sepultada. Foto EDH / Cortesía

Una vez ingresada, la única fuente de información eran las llamadas que recibían del médico que observaba a María; sin embargo, comenzaron a notar irregularidades con el trato que le estaban dando a su madre en el hospital.

Lo primero fue la falta de claridad sobre la prueba para detectar el COVID-19 y el ingreso de su madre al área de pacientes de dicha enfermedad. Lo siguiente fue que el médico les informó que María pasó otro día y medio, luego de su ingreso, sin recibir atención personalizada.

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“Por lo que me mencionó el doctor, en una llamada que me hizo, a ella la subieron al cuarto piso hasta el miércoles por la noche, después de estar casi dos días en emergencias”, relata Raúl con indignación.

Luego, le notificaron a la familia de María que ella necesitaba con urgencia una donación de plasma. Lograron conseguir un donante, sin embargo, pasados seis días de su ingreso, María Calderón murió.

Sus hijos fueron alertados el 11 de julio a las 11:30 de la noche. La causa, se les dijo, fue por COVID-19.

Gladis y sus hermanos cuestionan la falta de claridad con se manejó la estadía de su madre en el Hospital General del Seguro Social, además del hecho que no les entregaron ningún documento que corrobore que su madre padecía de COVID-19. El único estudio en poder de la familia es el resultado de una radiografía que menciona, en un apartado, que María padecía de la enfermedad. Esta familia se ha quedado esperando respuestas.