“Cinco minutos, Sin tanta paja” es un espacio de entrevistas breves y al grano que el periodista Paolo Lüers hizo a 17 candidatos a diputados por diferentes partidos. El objetivo es cortar los detalles innecesarios y ofrecer solo lo medular. Día con día, se publicará en las redes de elsalvador.com y El Diario de Hoy una entrevista diferente hasta agotar las 17 candidaturas.
Tras ser diplomático y estar en misiones internacionales en varios países, ¿por qué regresaste para ser diputado?
Yo vine a El Salvador por un par de semanas, llegué el 8, el 11 cerraron las fronteras y el 17 cerraron el aeropuerto. Me quedé varado pero al revés. Y viendo el comportamiento autoritario del presidente Bukele, yo me dije “no podemos permitir que él ponga en riesgo lo que hemos venido avanzando desde 1992 y de hecho desde la Constitución de 1983”.
Nunca había estado en política, había trabajado en la gestión pública, pero nunca en política, pero decidí lanzarme.
¿Qué nuevo y valioso elemento aportaría un diputado Kravetz?
Gracias por lo de valioso. Ojalá que sea valioso. Tú hablabas de una perspectiva internacional. Yo trabajé y estudié afuera y creo que traigo una perspectiva distinta y que traigo una forma de ver las cosas un poco diferente, pero más que nada, yo no he estado en política.
¿Estabas en ARENA o te tocará renovar el partido?
Yo creo que los que van a renovar el partido son los votantes. Ellos son los que tienen la oportunidad el 28 de febrero de elegir a quiénes ponen y a quiénes no. Ese es el primer paso para una renovación, lo que decidan los votantes.
Cómo quepo yo en ARENA. Yo no he sido, como dicen, el que “ha sudado la camiseta”. Pero yo trabajé para el presidente Cristiani y el presidente Calderón Sol. Yo no me había inscrito en ARENA pero me inscribí el día que Carlos Quintanilla Schmidt declaró su precandidatura contra Tony Saca para la presidencia de la República. No ganamos y ya sabemos cómo terminó esa historia.
Hablando de historia, vos trabajaste en la negociación de los Acuerdos de Paz. ¿Qué sentiste cuando el presidente Bukele los calificó como farsa?
Sinceramente me indignó porque olvídate del rol que yo tuve, francamente la dicha de haber estado presente en algunas rondas y en la firma de la paz. Pero me indignó porque creo que eso fue una ofensa a las vidas y la sangre que costaron los Acuerdos de Paz, de ambos lados.
Y también a quienes trabajaron incansablemente para llegar al acuerdo.
También, pero principalmente a los que sacrificaron sus vidas e hicieron sacrificios personales.
Si al mismo tiempo, Bukele, su vicepresidente y otros dicen que la posguerra terminó y se necesita una nueva Constitución, ¿cuál es tu respuesta?
Hay que ser elegante porque estamos en una entrevista grabada, pero la palabra que me sale es que son “babosadas”, porque está bien actualizar la Constitución, hemos hecho reformas y las hicimos tras los Acuerdos de Paz.
Que hemos llegado a la posguerra, son casi 30 años, pero no necesitamos una nueva Constitución. Yo creo que este proceso del que ellos están hablando es fundamentalmente una distracción de los problemas reales que tenemos, de la crisis en la que estamos y ellos nos han metido.
¿Cómo enfrentar esa crisis?
Primero hay que comenzar con ser honestos, por rendir cuentas, tener un plan para cómo sacar al país, no una improvisación.
Sin mentiras, Paolo. Te dicen que va a ser el mejor hospital de América Latina, que va a estar listo en junio, y meses después de junio, vamos tal vez a medias y no sabemos cuánto están gastando.
Seamos serios.