El desarrollo del escrutinio definitivo de los resultados de las elecciones municipales y legislativas se ha visto marcado por algunos casos de expresiones de violencia contra mujeres y acoso al interior de dicha sede. El pasado domingo, Wendy Hernández, periodista del noticiero de Canal 10, transmitía en vivo para el medio de gobierno cuando recibió comentarios fuera de lugar que denunció como acoso.
El acusado esta vez fue Jaime Ulises Perla Flores, quien representaba al partido ARENA, en la mesa 26 de San Miguel.
En el video, que circuló por redes sociales, se puede apreciar a la comunicadora entrevistando al sujeto. La profesional le consultó sobre cuál había sido la clave para haber terminado el proceso del escrutinio, sobre todo porque se sabía que faltaba bastante por hacer. Ante la interrogante el hombre contestó: “Trabajar bastante, así como trabaja usted, linda”. En un intento por sortear la incómoda situación durante el enlace en vivo, la periodista le comentó que, ya que habían finalizado podrían disfrutar del merecido descanso del domingo. Sin ninguna vergüenza y con mirada lasciva, el sujeto contestó: “Espero disfrutarlo con usted, linda”.
Según describe Hernández, no supo qué hacer en el momento. “No podía creer que me estuviera contestando de esa manera. Muchas personas me han dicho que por qué no le contesté. Eso me hace sentir mal porque es como que si yo fuera responsable de la conducta de esa persona que ni siquiera conozco”, relata.
Duro camino para denunciar
La periodista decidió interponer este lunes la denuncia ante la Fiscalía General de la República, con la esperanza de que el hecho sirva como precedente para otros casos de acoso.
“Ha sido un largo día, tuve que ir a Medicina Legal para hacerme un peritaje psicológico, pero lo estoy haciendo porque, gracias a mi trabajo, yo sé que hay muchas mujeres que enfrentan estas situaciones y quiero que se siente un precedente. El acoso se condena venga de donde venga, sea del apellido que sea o del color que sea”, explicó la víctima.
Otros casos
Lo vivido por Wendy Hernández este domingo también lo experimentó Adriana González, quien el 28 de agosto de 2017 recibió comentarios similares por parte del entonces viceministro de Justicia, Raúl Antonio López.
El funcionario, al ser cuestionado por la periodista, quien le preguntaba por temas de seguridad, le contestó: “Mi vida linda, mejor te invito a un café y te doy ahí la conferencia. Vas a disculpar, pero el presidente me está esperando”.
Angélica Cárcamo, presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), dijo "nosotros como asociación rechazamos cualquier expresión de violencia a la mujer. Es lamentable que, en el 2021, sigamos viendo estos casos en televisión en vivo. Es delicado, sobre todo porque se trata de delegados de partidos políticos, esperamos que el partido ARENA abra un expediente contra esta persona", sugirió la representante de la gremial.
Ese caso no fue denunciado, pero el funcionario ofreció disculpas en un comunicado de prensa aludiendo que “no tuvo intenciones de incomodar a la periodista”.
Ese hecho fue condenado por organizaciones de defensa de derechos de la mujer como Las Dignas. Según un comunicado de prensa, la organización asegura que el funcionario violó el artículo 2 de la Ley Espacial Integral para una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres (LEIV), que establece el derecho de las mujeres a vivir una vida libre violencia, libres de toda forma de discriminación y ser valoradas.
Un dato muy alarmante, publicado en un informe de 2018, por la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), en colaboración con la APES, es que las mujeres que ejercen el periodismo son víctimas de expresiones de violencia de género al menos una vez al día durante sus coberturas.
El problema de los acosos a mujeres periodistas no es cometido solo por sus fuentes. Mónica Campos, periodista de la revista digital Gato Encerrado, asegura que esto “no solo pasa con desconocidos, sino también adentro de los medios de comunicación con compañeros y hasta jefes”.
Campos asegura que, conoce casos de mujeres colegas que son acosadas por fuentes que les brindan información privilegiada. En esos casos, muchas periodistas deciden aguantar el acoso e ignorar las invitaciones a salir, a pesar de la incomodidad que les genera, una situación que difícilmente enfrenta un hombre.
“Es una cuestión sistemática que se da, al interior de los medios y en las coberturas. Esto nos genera más estrés al que nosotras, por nuestro trabajo, ya estamos expuestas”, concluye Campos.