Julio César Tadeo Tépaz y German Alexánder Cortez Eguizábal no solo tenían en común que eran estudiantes del Instituto Tecnológico Centroamericano (ITCA, Santa Tecla); también ambos eran evangélicos y en sus respectivas iglesias eran músicos. Tocaban cualquier instrumento aunque preferían la guitarra.
Antes de ser asesinados, ambos se sometieron a un examen y se retiraron del ITCA sin imaginar que aquellos eran los últimos momentos de sus vidas.
Julio y German tenían 18 y 19 años, respectivamente. No tenían ningún vínculo con pandillas ni otro problema que fuera razón para que alguien los matara. Sin embargo, el viernes, poco después de mediodía, fueron asesinados a balazos en una comunidad dominada por la pandilla 18 Revolucionaria, en la comunidad San Sebastián, municipio de Mejicanos.
Los cuerpos de dos estudiantes originarios de Sonsonate fueron sepultados en los municipios donde residían. Ellos fueron asesinados el viernes 5 de abril.
Se ha dicho que los dos estudiantes originarios de Nahuizalco y Salcoatitán, departamento de Sonsonate, fueron asesinados cuando buscaban una ruta alterna debido a que la carretera a Los Chorros estaba obstruida por un derrumbe de rocas.
No obstante, esa versión no está comprobada porque los jóvenes fueron asesinados cuando ya retornaban a sus viviendas.
De acuerdo con familiares de los dos estudiantes, el pasado viernes 5 de abril, los dos llegaron al ITCA con un poco de retraso. Esa mañana tenían un examen. Fueron los últimos en rendir el examen. Como a las 11:30 se retiraron.
De la misma zona de Sonsonate, conocida como Ruta de la Flores, también viajaba otro joven que aquel viernes no acompañó a Julio y a German en el viaje de regreso.
De acuerdo a lo que ese joven ha comentado a los familiares de una de las víctimas, aquel viernes después del examen Julio y German lo conminaron para que emprendieran juntos el viaje de regreso a sus casas.
Pero él les dijo que por llegar temprano al examen no había desayunado y que prefería comer antes de emprender el regreso a su casa. Les dijo que se adelantaran, que luego los alcanzaría.
Asesinados en territorio 18R
Julio y German dijeron que abordarían un transporte que los llevara a la Terminal de Occidente, sin embargo, no queda claro cómo es que llegaron a la comunidad San Sebastián de Mejicanos.
Gilberto, el padre de Julio dice que no se explica cómo es que fueron a parar al lugar donde los mataron, pues, según él, de Santa Tecla no hay ninguna ruta que los lleve directo a Mejicanos.
La comunidad San Sebastián es un vecindario bajo control de la Pandilla 18 Revolucionaria; del territorio dominado por la Mara Salvatrucha solo los divide la calle conocida como Calle del Tobogán.
De acuerdo con fuentes policiales, en ese sector de la calle El Tobogán la disputa territorial entre la pandilla 18 y la MS-13 es bastante fuerte.
Además, la venta de droga al menudeo es un negocio que las dos pandillas tratan de hegemonizar, aseguran los informantes.
El municipio de Mejicanos es uno de los más violentos en cuanto al índice de homicidios.
El mismo día que mataron a Julio y a César, una mujer de 18 años fue acribillada a balazos mientras cargaba a su hijo de solo meses de edad. El bebé logró sobrevivir.
Sueños truncados
Tanto Julio como German pertenecían a familias de escasos recursos económicos que con mucho sacrificio los estaban apoyando para que se prepararan académicamente.
La madre de German apoyaba a su hijo con los gastos de estudio, trabajando en oficios domésticos. Era su hijo mayor quien tenía muchos sueños y por ello había decidido estudiar un técnico en electricidad.
Además, German dirigía el grupo musical Transformados, Jóvenes Embajadores de Cristo, de la Iglesia de las Asambleas de Dios de Salcoatitán.