Termina primer día de juicio contra párroco de Zaragoza acusado de abuso sexual en un menor

Al párroco se le acusa de agresión sexual en menor continuada, remuneración por actos eróticos y corrupción de niños, niñas y adolescentes por medio del uso de tecnologías.

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Foto EDH/ Josué Parada

Por H. Sermeño

2019-03-12 10:13:33

El Tribunal Segundo de Sentencia de Santa Tecla, terminó este día el juicio que desarrolla a puerta cerrada contra el sacerdote de la iglesia de Zaragoza, José Adonay Chicas. por el supuesto abuso sexual de un menor.

El proceso judicial contra el religioso tiene reserva total por haber como víctima un adolescente, lo que impide el acceso de periodistas y otros personas ajenas al caso.

Al párroco de la iglesia Nuestra Señora del Pilar, de Zaragoza, se le acusa de agresión sexual en menor e incapaz continuada, remuneración por actos eróticos y corrupción de niños agravada por medio del uso de tecnologías en perjuicio de un adolescente de 13 años.

En el 2018 sus defensores pidieron la realización de una audiencia especial con la que buscaban que a Chicas se le permitiera enfrentar el proceso en libertad porque es diabético y tiene complicaciones de salud.

Foto EDH/ Josué Parada

El Ministerio Público se opuso, en ese entonces, a la petición por considerar que los delitos que se le imputan al sacerdote son “graves”, que en su conjunto son castigados hasta con 36 años de cárcel y que la institución ha presentado abundante prueba que presuntamente lo incriminan.

Pese a ello, la jueza resolvió a favor del religioso bajo el argumento de que los arraigos sociales y patrimoniales presentados por sus abogados son suficientes para establecer que no habrá peligro de fuga.

Además, según la fiscal Silvia Saca, resolvió que había que respetar el derecho de “presunción de inocencia” del imputado.

Al imputado le prohibió comunicarse con la víctima, sus parientes o personas ligadas al caso. También deberá entregar su pasaporte.

La investigación señala que, desde hace más de dos años, el sacerdote supuestamente venía abusando sexualmente del menor de edad.

Las agresiones eran cometidas en la casa parroquial y después de cada acto le entregaba dinero a la víctima para que no lo denunciara.

Los padres del adolescente descubrieron charlas de WhatsApp, en donde el sacerdote, según dijeron, le pedía fotos de desnudo a su hijo.