El Ganso y el Neutro, los pandilleros que desaparecieron días antes que se encontraran los cadáveres de la familia Pimentel
Todos los que participaron directamente en la masacre de cinco personas viven en el cantón El Chaparrón. De allí son los dos pandilleros que están desaparecidos. Ese lugar, según informantes, está abandonado por el Estado.
Oswaldo Martínez, alias El Ganso, y Jonathan Castro, alias el Neutro o Frenético, son los dos pandilleros que desaparecieron del cantón El Chaparrón, en el lapso entre la desaparición de cinco personas, a mediados de enero, y el hallazgo de sus cadáveres, a principios de este mes.
Martínez y Castro son dos pandilleros que participaron directamente en el asesinato de la familia de Omar Pimentel, preparador físico del Sonsonate Fútbol Club, equipo de la Liga Mayor, según la Policía.
El jueves anterior, el director general de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, informó que dos de los implicados en la masacre ya habían sido asesinados. No obstante, el funcionario no dio más detalles y en el cantón El Chaparrón, de donde eran originarios ambos, solo se sabe que están desaparecidos. Nadie sabe que los hayan encontrado muertos, velado o enterrado.
De acuerdo con fuentes de El Diario de Hoy, los dos pandilleros, que posiblemente no superan los 20 años de edad, desaparecieron días antes de que los cadáveres de tres mujeres y dos hombres, incluyendo un niño de 12 años, fueran hallados enterrados en una fosa de dos metros de profundidad.
Los informantes indican que fueron miembros de la misma pandilla, pero de una clica de Sonsonate, los que llegaron hasta El Chaparrón a llevarse a los dos pandilleros, quienes eran parte de la agrupación que ha sometido a los habitantes de cinco cantones de Nahuizalco.
Las familias de ambos, residen en el caserío Los Martínez, del cantón El Chaparrón, donde la pandilla ha logrado que cale hondo la consigna que suelen pintar en los muros y paredes: ver, oír y callar.
El jueves anterior, el director policial también dijo que la hipótesis de que el robo hubiera sido el móvil de la masacre, volvía a tomar importancia. Sin embargo, hay lugareños que ven con recelo esa afirmación.
Lo primero que los vecinos de El Chaparrón y Los Arenales argumentan contra la aseveración de Howard Cotto es que si el objetivo era robarles, por qué cavaron la fosa un día antes.
Las fuentes indican que Felipe, una de las primeras personas capturadas por su vinculación a la masacre, fue quien hizo la fosa de casi dos metros. Hubo lugareños que lo vieron, sin embargo, no sospecharon nada aquel 15 de enero.