El Congo es cuna de esfuerzo, superación y altruismo

Carla, Lorena e Israel son tres personas que se dedican a engrandecer el municipio.

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Tres historias de santanecos que impulsan el desarrollo social y programas juveniles. Fotos EDH / Ricardo Flores

Por Enrique Carranza

2019-01-15 11:09:16

¿Qué tienen en común una vendedora de panes, una maestra y un muralista? Estas tres personas, desde sus ocupaciones cotidianas, se esfuerzan por hacer que El Congo sobresalga en aspectos positivos.

Ellos son Carla Vargas, vendedora de panes; Lorena Ávalos, profesora y comerciante altruista, e Israel Alexander Salazar, muralista.

El Congo es un municipio del departamento de Santa Ana, ubicado a 70 kilómetros de San Salvador.

En ese municipio los días pasan entre hechos delictivos, como el plagio de cinco miembros de una familia cometido el 24 de noviembre en el cantón El Pezote, o entre accidentes viales, como el ocurrido el 26 de diciembre a motociclista que falleció en el kilómetro 51 de la carretera entre San Salvador hacia Santa Ana.

A pesar de ese sombrío escenario Carla, Lorena e Israel Alexander salen a la calle cada día y se desempeñan brindando lo mejor del toque culinario, ayudando a los más necesitados y pintando murales.


Creó su empleo
Carla es la madre de dos adolescentes y desde hace siete años vende panes con jamón y germen de soya en el centro de El Congo.

La venta inicia a las 8:00 de la mañana, en ese momento Carla enciende la llama del tostador de pan instalado en su carretón y se dirige a la calle. En una mañana recorre entre siete y 10 cuadras.

“Gracias a Dios ya tengo clientes, ellos me esperan o me buscan por que ya saben los lugares por donde pasó”, explicó.


Foto EDH Ricardo Flores

Ella se siente orgullosa por haber creado su propio empleo; además, asegura que por las horas en que trabaja y las calles que frecuenta tiene la facilidad de llevar y traer a sus hijos a la escuela.

“La misma necesidad económica hizo que pusiera en práctica esta idea, con los niños creciendo los gastos de la casa se hacían más grandes y el sueldo de mi esposo ya no era suficiente”, detalló.

Los panes los sirve tostados y calientes, aderezados con mayonesa que ella misma prepara, chimol con su toque picante y los acompaña de refrescos naturales.

Para los clientes, los panes de Carla son “exquisitos” y fácilmente les evitan cocinar el desayuno.

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“A mi hijo le encantan, él trabaja de noche y siempre la espera que pase para comprar dos panes y un fresco, con eso desayuna y luego se acuesta”, dice una de sus clientes, María Morán.

La jornada de Carla se prolonga hasta las 10:00 de la mañana.

Luego, en la tarde, Carla vuelve a las mismas calles, pero en ese instante a vender pan dulce y café. “Llueva o haga sol aquí ando, con los panes, el pan dulce o el café”, sostiene.


Maestra y altruista
Lorena es una profesora y comerciante que se ha dedicado al altruismo, ayudando con víveres y consultas médicas a viudas y ancianos de escasos recursos.

“La idea nació de oír las vivencias de mi mamá y su familia, eran personas en extremo pobres, uno de mis tíos murió de hambre, no tenían que comer”, detalló.

Con esa visión, comenzó a gestionar alimento para familias que habitan en las comunidades de los cantones Monte Bello, Planes de la Laguna y Los Pinos.

Las necesidades son difundidas por medio de la página de Facebook Huellas de Amor. 

“El sueño es poder servir a más personas, quizás llegar a 100 o más”, dice Lorena.

Juana Martínez, de 78 años, es una de las mujeres que reciben una bolsa con víveres al mes, ella vive con su hijo y hay días en que vende sorbetes. La ayuda le sirve de mucho, aseguró.


El muralista de El Congo
Israel Alexander se dedica a pintar murales desde hace 15 años, aprendió a dibujar por correspondencia hace 27.
Una de sus obras, en proceso, se encuentra en barrio El Centro, entre la avenida Ceferino Mancía y 4a. Calle Oriente. Se llama “Nacimiento y destrucción de la cultura”.


Su sueño: enseñar a otros el arte de la pintura. “En este momento estoy en el proceso de organizar una nueva academia para que jóvenes aprendan a pintar y dibujar”, explicó Israel Alexander. 

Él fue parte de un proyecto similar impulsado por la alcaldía durante la gestión del alcalde anterior, proyecto que ahora quiere replicar con jóvenes del municipio.

En El Congo, posiblemente, el 85 por ciento de murales son creaciones de Israel Alexander, el resto han sido elaborados por jóvenes que aprendieron de él o han estado bajo su coordinación.

“La idea es que los jóvenes se acerquen al arte, también que aprovechen en cosas positivas su tiempo fuera de los centros escolares”, concluyó del artista.