El éxodo de compatriotas a EE.UU. devela desesperación ante violencia y pobreza

Entre finales de octubre y mediados de noviembre pasados salieron del país cuatro grupos de salvadoreños rumbo a Estados Unidos. La mayoría aún permanece en México, a la espera de cruzar la frontera a suelo estadounidense.

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Foto/ AFP

Por Kathlen Urquilla

2018-12-29 11:33:05

El éxodo sin precedentes de más de dos mil salvadoreños que huyeron en cuatro caravanas en menos de un mes en 2018, dejó en evidencia la desesperación ante la violencia y la pobreza que viven miles en el país.

Con maletas livianas de ropa y otras pertenencias pero llenas de ilusión y esperanza, los compatriotas emprendieron un camino incierto hacia Estados Unidos, muchos sin una moneda en sus bolsillos y con sus hijos en brazos.

Un primer grupo de unas 500 personas lo hizo el 28 de octubre y tres días después salió la caravana más numerosa: 1,778 personas se reunieron en la plaza Salvador del Mundo en San Salvador para emprender el viaje. Luego el 5 de noviembre otro grupo decidió sumarse a los demás; y finalmente el 18 de noviembre una cuarta caravana de casi 200 personas partió con el mismo objetivo: llegar a la frontera con Estados Unidos, donde ya estaban muchos de los compatriotas junto a otros migrantes centroamericanos.

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El mandatario ya había anunciado que recortaría "sustancialmente" la ayuda al Triángulo Norte de Centroamérica, pero luego no tomó ninguna medida al respecto.

Los sinuosos caminos que recorrieron para llegar hasta la frontera entre México y Estados Unidos no fueron fáciles, pero los deseos de escapar a su realidad y encontrar otra distinta en un país lejano los impulsaron a llegar. Muchos se han asentado en la fronteriza ciudad de Tijuana, desde donde más de 500 salvadoreños han pedido asilo en México.

Las caravanas de los connacionales se sumaron a las que iniciaron los hondureños a mediados de octubre alentados por motivaciones políticas, según el gobierno, pero de acuerdo a los migrantes fue por la profunda pobreza y la violencia en su país; en el camino también se sumaron centenares de guatemaltecos externando las mismas razones. En suma, han sido más de 7 mil migrantes que llegaron a la frontera, por primera vez, de una forma tan masiva.

Si bien en abril hubo una caravana de unos 1,200 migrantes que llegaron a la frontera, este éxodo de centroamericanos intentando cruzar a Estados Unidos, por la vía legal e ilegal, desconcertó al presidente Donald Trump, quien intentó de varias formas frenar las caravanas con un duro discurso antiinmigrante, a través de sus tuits y en actos públicos, incluso advirtió que cortaría la ayuda a los países centroamericanos por no detener las caravanas y a México con cerrar sus fronteras.

Pero los migrantes han seguido llegando, algunos hasta han intentado desafiar a las autoridades al querer ingresar por la fuerza.

Aunque unos desistieron de la travesía y regresaron a sus países de origen, otros se preparan para la dura batalla legal con sus solicitudes de asilo a Estados Unidos, y otros para emprender una nueva vida en tierra mexicana donde han pedido refugio.