La atención de víctimas por accidentes de tránsito es cara y según las autoridades del Ministerio de Salud Pública reduce el presupuesto para a otros programas de salud como los de prevención: enfermedades infecto contagiosos (tuberculosis), de transmisión (VIH-Sida), que requieren educación y otras acciones para reducir su proliferación.
El sistema de salud pública ha invertido solo este año $16.8 millones en la atención de estos pacientes.
La emergencia del Rosales es un ejemplo, ya que a diario le son referidos 200 pacientes, la mitad de ellos al área de cirugía y la otra mitad a la de medicina. Entre estos hay de 20 a 30 que son víctimas por accidentes de tránsito, y que, por lo general, vienen de otros hospitales periféricos.
“Nosotros somos la esperanza de salvarles la vida o de mandarlos al cielo”, dice Mercedes Menjívar, jefa de Epidemiología.
Las víctimas por accidentes de tránsito es la quinta causa de ingresos del hospital Rosales y por su magnitud absorbe recursos limitados y valiosos de la institución. Por ejemplo, la atención de un lesionado de este tipo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) podría superar los $100,000, si se suman todos los costos de hospitalización, medicamentos, atención de especialistas, procedimientos quirúrgicos, entre otros.
La Frase
La Unidad de Cuidados Intensivos se vuelve insuficiente en ciertos momentos para auxiliar a lesionados que requieren del servicio, que por lo general se da cuando un bus repleto de pasajeros cae en un barranco u otro aparatoso accidente.
La UCI del Rosales, a donde van los pacientes más graves, solo dispone de ocho camas.
“El país es violento y los servicios de salud se han adaptado a lo cambiante, si viene una epidemia, Salud, con lo mismo, debe contrarrestarla; tenemos epidemia de violencia y los servicios de salud le tiene que dar respuesta”, afirmó Menjívar.
De ahí que la situación en la UCI se torna difícil en emergencias, “porque ya tenemos pacientes graves, no van a haber camas para otros que vengan. No se pueden sacar a otros pacientes graves por otros que van llegando, no está dentro de la ética profesional hacerlo”, explicó Menjívar para referirse a esas situaciones críticas.
Dato y cifra
Esta cantidad es administrada según sea la demanda, emergencia y el tiempo de estancia de cada paciente.En emergencia hay camas, camillas y carretas, según sea la afluencia.
A la UCI van personas que sufren tumores cerebrales, rompimiento de vísceras u otras descompensaciones o complicaciones que ponen entre la vida o la muerte.
A diario, en El Salvador ocurren 60 accidentes automovilísticos y dejan como saldo de tres a cinco muertos y más de 30 lesionados.
Las autoridades policiales y de Salud Pública estiman que la epidemia de accidentes de tránsito puede evitarse o reducirse si se maneja de manera más responsable y consciente de los daños colaterales que provocan sus infracciones.