Fallece “El Piocha”, el socorrista héroe de Cruz Verde en el terremoto de 1986

Luis Solano murió en el hospital Rosales tras varios días de estar hospitalizado. Familiares y socorristas expresaron sus condolencias a la familia.

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Luis Solano, de 78 años, era conocido como “El Piocha” Foto EDH/ Archivo

Por Oscar Iraheta

2018-11-28 6:34:56

La Cruz Verde Salvadoreña informó a través de su cuenta de Twitter el fallecimiento de uno de sus más antiguos y aguerridos socorristas: Luis Solano, de 78 años, conocido como “El Piocha”.

Conocidos de Solano expresaron que murió esta tarde en el hospital Rosales debido a su delicado estado de salud que sufría desde hace varias semanas.

El Piocha dedicó toda su vida al socorrismo y también le gustaba mucho la fotografía. Era un buen amigo y muy colaborador, según lo expresaron en las redes sociales sus compañeros.

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Luis Solano conocido como "el piocha" falleció este miércoles a la edad de 78 años. Solano fue uno de los socorristas más antiguos de Cruz Verde, durante el terremoto de 1986 ayudó a la población afectada e inmortalizó con su cámara fotográfica la magnitud de la tragedia en el centro de San Salvador.

Ayudó mucho en varias misiones a los grupos de “hombres Topos” que venían desde México. También lideró el grupo de “Los Cusucos” de la Cruz Verde”.

La última entrevista que elsalvador.com le realizó al Piocha fue en octubre de 2016, cuando relató con detalles cómo realizó sus rescates en el edificio Rubén Darío durante la conmemoración de los 30 años del terremoto de 1986.

En esa ocasión Solano narró que estaba dentro de los sanitarios del Hula-Hula y de repente sintió el movimiento apresurado, salió y se paró a media calle Darío, “esto es un terremoto” dijo y ayudado por su imaginación apuntó su cámara hacia la cúpula de La Catedral Metropolitana, pues pensó que se iba a caer. De repente escucho un estruendo a su espada, era el edificio Rubén Darío que se derrumbaba.

Foto EDH/ Cortesía

Recordó con claridad cómo una mujer abrazada a un poste murió cuando le cayó el transformador que sostenía. Alcanzó a ver como la cornisa de edificio soterraba a otras personas vendedoras ambulantes de la zona que se resguardaban junto a sus ventas a la sombra del edificio.

Después de tomar las primeras fotos se despertó su espíritu de socorrista y comenzó a tratar de ayudar a las víctimas, asegura que fue uno de los primeros en llegar al edificio Darío.