Tal como lo ordenó la Cámara de lo Penal de Santa Tecla, el Tribunal Primero de Sentencia de esa ciudad instaló esta mañana el nuevo juicio contra cinco policías del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) por la muerte de Dennis Alexander Hernández Martínez, de 20 años, luego de un enfrentamiento entre policías y pandilleros, según la Fiscalía.
Los hechos se registraron la madrugada del 26 de marzo del 2015 en la finca San Blas, cantón Matazano de San José Villanueva, La Libertad.
En el enfrentamiento murieron siete pandilleros, según las investigaciones fiscales.
En septiembre del año pasado, el juzgado de Sentencia de Santa Tecla absolvió a los agentes, pero la Cámara ordenó el nuevo juicio tras la apelación de la Fiscalía.
Por la reserva parcial decretada por el juez José Alberto Franco no se podrá dar a conocer las identidades de los policías acusados de la muerte de Hernández Martínez.
Antes de las intervenciones de las partes, la Fiscalía General pidió que se ampliara la acusación más agravada con el propósito de lograr una condena mayor.
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En el juicio, el Tribunal de Sentencia de Santa Tecla estableció que sí existió una ejecución extrajudicial, pero la Fiscalía no fue capaz de individualizar quién fue el agente que le disparó a Deniss Hernández.
Sin embargo, la defensa de los policías sostuvo que en ningún momento del proceso se pidió una nueva agravante del delito por lo que son acusados los policías, con anterioridad.
Los fiscales dijeron en su intervención que los policías “toman la decisión de quitarle la vida a Dennis Alexander, en un momento donde ya no existía ninguna agresión ilegítima (contra los policías por parte de los pandilleros)”.
Aseguraron los fiscales que hubo “un abuso de superioridad de parte de los acusados”.
Agregaron que utilizaron los conocimientos especiales que tienen como policías para “romper esa legalidad y ejecutar a esa persona, se trató de una ejecución extrajudicial”.
La Fiscalía pidió que los cinco policías sean condenados por homicidio agravado.
José Manuel Cruz Azucena, defensor de los policías, dijo que demostrará que sus clientes fueron enviados para impedir que la finca siguiera tomada por los pandilleros y que sometieran a la familia que residía ahí.
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Advierte que carencia de recursos les golpea como la corrupción de algunos funcionarios. "La Fiscalía no sólo enfrenta al crimen, sino también a un sistema de justicia corrupto, que ha sido manipulado".
Aseguró que ninguno de los cinco policías llegó hasta la casa donde la víctima y que el proyectil que fue recuperado del cuerpo del joven estaba deformado por lo que es imposible saber de qué arma salió. Sostuvo que se recolectaron 17 fusiles calibre 5.56 mm que fueron disparados, por pandilleros y policías.
Cruz Azucena aseguró que el dictamen forense dictaminó que Dennis Alexander tenía residuos de bario y plomo en las dos manos, lo que significa que pudo haber disparado y que su arma se la pudieron haber llevado otros pandilleros que huyeron.
Descartó que sus clientes hayan puesto de rodillas a la víctima para ejecutarlo, como señala la Fiscalía, porque en ningún momento llegaron a la casa donde estaba Dennis.
Cruz Azucena pidió que exoneraran a los cinco policías porque no actuaron al margen de la Ley. Se espera que el juicio se prolongue por tres días más.