El exgerente general de la Fiscalía General de la República, Mauricio Antonio Yanes, y el exgerente de Recursos Humanos, José Dolores Zelaya, encabezaron una red que se encargó de hacer 31 consultorías ficticias, las cuales no generaron provecho a la institución. Pese a eso, los dos funcionarios y las 12 personas que participaron en ellas recibieron elevadas sumas de dinero, de acuerdo a las investigaciones.
Yanes y Zelaya se quedaban con el 80 por ciento del pago. El primero recibió $257,150.01 para “consultorías” y el otro $84,315.49. El resto de integrantes de la estructura recibía el 20 por ciento de lo cobrado por las consultorías, informó Jorge Cortez, jefe de la Unidad de Investigación Financiera (UIF).
Los dos exjefes también avalaron contrataciones irregulares, así como remodelaciones de inmuebles propiedad del exfiscal general Luis Martínez (hasta por $168,000), mantenimiento y blindaje de vehículos y el desembolso de dinero en viáticos ficticios.
Los fondos que se utilizaron para estas acciones ilegales ascienden a $ 735, 866.14 aproximadamente y provenían de las cuentas especiales del patrimonio de la Fiscalía; específicamente de la Unidad Fiscal Especializada Delitos de Narcotráfico y de la UIF. Era dinero decomisado.
Conoce la estructura montada por el exfiscal Luis Martínez en caso Corruptela
La Fiscalía General de la República giró este martes 25 órdenes de captura para funcionarios, exfuncionarios y particulares vinculados al exfiscal Luis Martínez en hechos de corrupción.
Junto con Yanes y Zelaya serán procesados Mario José Guardado Valentín ($ 11,111), Pastor Glodobaldo Alvarado Pérez ($33,000), Francisco Salinas Montenegro ($39,550), Sandra Lisette García Fernández ($2,600), Benedicto Guevara Guevara ($4,500) y Miguel Gustavo Rivera Oliva ($12,550).
Además, César Augusto García Barrera ($64,300), Wilson Alexander Nieto Alvarado ($34,529), María Soledad Menjívar González ($2,000), José Ángel Gómez Guillén ($43,500), Karla Ivette Escamilla ($34,300) y Eduardo Vásquez Becker ($26,675). El Ministerio Público señaló que Gómez Guillén y Escamilla son abogados; mientras que Becker es periodista y director del Diario Latino.
Las investigaciones también indican que la empresa Fiallos y Fiallos Multiservicios Consultores obtuvo $ 22,000 por “consultorías”.
Derroche de 15 millones hallados enterrados en barriles en La Paz
Entre el dinero que alimentaba las cuentas especiales del patrimonio del Ministerio Público estaban los $15 millones que fueron descubiertos enterrados en barriles, en 2010, en la hacienda El Recolado, en Zacatecoluca, La Paz.
Ese dinero, manifestó Cortez, se utilizó para beneficiar a la red corrupción que “se enquistó en la Fiscalía”.
La Frase
En diciembre de 2015, a pesar de la resistencia de la Fiscalía General de no revelar el destino de esa millonaria suma de dinero, por orden del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), se conoció que la institución utilizó los fondos, entre otras cosas, para adquirir un edificio, para pagar aguinaldo a los empleados y para el pago de fotocopias.
Martínez habría recibido $1.5 millones en concepto de dádivas para dar protección a Funes. "Se vendió justicia desde la Fiscalía" dijo el fiscal Douglas Meléndez.
Exfuncionarios, empleados y particulares ligados a Martínez
A la lista se suma el exdirector del área de Defensa de los Intereses del Estado y la Sociedad de la Fiscalía, Julio Alberto Arriaza González, quien ayer por la mañana se presentó tras permanecer prófugo por un año. El juez, a petición de los defensores de Arriaza González, le concedió libertad condicional y cuando estaba a punto de salir de los juzgados, una nueva orden de detención por ocho delitos más cambió el panorama y fue detenido por nuevos cargos en la operación Corruptela, en la que sumaron cargos al exfiscal Martínez.
Asimismo fueron arrestados los supuestos consultores Wilson Alexander Nieto Alvarado y María Soledad Menjívar González. Todos serán procesado por diversos delitos en las siguientes horas.
En algunos casos, los “consultores”, habrían servido solo para justificar dinero que Martínez no quería devolver tras viajes que realizaba, por ejemplo a Roma.