Joateca, en Morazán, es uno de los municipios más golpeados por el temporal que ha azotado desde el viernes pasado al país.
Un poblador muerto, no menos de 15 golpeados, más de 200 personas evacuadas, casas dañadas y el acueducto de agua potable dañado, reflejan las trágicas consecuencias que las lluvias han provocado.
El alcalde de Joateca, Juan Argueta, la define como “una situación crítica la que estamos viviendo y que nunca habíamos pasado”.
Las torrenciales lluvias continuaron ayer, lo que obligó a las autoridades municipales y de Protección Civil a estar en alerta máxima.
Más de 200 residentes en los caseríos Mazala y El Capulín han sido evacuados y llevados a dos albergues. Estas personas residen en zonas vulnerables a los derrumbes.
Si las lluvias persisten , entonces evacuarán a más personas, señaló el alcalde Argueta, porque no quieren una tragedia mayor a la vivida la noche del viernes.
En esa ocasión, un desprendimiento de lodo y enormes rocas del cerro El Garrobo arrasó con seis viviendas de Mazala y causó daños leves en otras casas.
Doroteo García Hernández, de 78 años, nativo del lugar, murió al ser arrastrado por el alud junto con su casa. Otras cinco personas resultaron golpeadas y llevadas al hospital de San Francisco Gotera.
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Las persistentes lluvias han causado dos deslaves en Joateca, uno de ellos de más de dos kilómetros arrasó con más de seis viviendas y una persona murió, en el caserío Mazala, cantón Volcancillo. Más de 200 personas han sido evacuadas.
El segundo deslave se registró casi a la misma hora en el caserío El Capulín. Este irrumpió en una iglesia evangélica, justo cuando se realizaba un culto. Unos once feligreses resultaron con daños leves.
La ayuda solicitada al gobierno todavía no llega, pero el alcalde confía llegará pronto. “Tenemos fe que se van a acordar de nosotros”, dijo.
Por el momento, los dos albergues subsisten con la cooperación de la alcaldía y los vecinos, pero se necesita más, pues la cifra de evacuados puede incrementar.
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Los lugareños no han sido evacuados por las autoridades debido a que el único albergue con el que cuentan es una escuela que se encuentra frente al estero.
Además de alimentos y ropa para los afectados, lo que más urge es agua potable porque “han colapsado las tuberías y los tanques de las casas”, dijo Argueta.
La mayoría de los habitantes de Joateca vive de la agricultura y el ganado. Otros de las remesas que les envían sus familiares.