Un Tribunal de Guatemala condenó a Vilma Aracely Mundo Matamoros a 11 años de cárcel y una multa de casi 47,000 dólares por prostituir a menores salvadoreñas en una cárcel.
El Ministerio Público informó hoy de la resolución emitida por el Juzgado de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Jutiapa, que encontró a la mujer culpable de un delito de “trata de personas”.
Según el fallo, el 29 de agosto de 2016 Mundo Matamoros fue sorprendida junto a otra persona, que no fue identificada, llevando a adolescentes salvadoreñas “en contra de su voluntad” a la cárcel de El Boquerón, en Santa Rosa, para “entregarlas a un reo integrante de la Mara Salvatrucha” con el objetivo de prostituirlas.
Encapuchados antes de asesinarla: “Qué ojazos los que tenés, bicha”
Fue sacada de su casa donde dormía con sus padres y hermanos. A pocas cuadras la ejecutaron con un disparo en la frente.
Las menores, al darse cuenta, avisaron a los guardias del Sistema Penitenciario, quienes con apoyo de agentes de la Policía Nacional Civil lograron rescatarlas y entregarlas a la Procuraduría General de la Nación.
Durante seis meses, tiempo en el que prestaron declaración como anticipo de prueba, estuvieron recluidas en el Refugio de la Niñez y, posteriormente, fueron repatriadas a su país de origen.
Las niñas salvadoreñas como esclavas sexuales de la MS
En un reportaje publicado por El Diario de Hoy en junio pasado, familiares de niñas menores de edad de tres municipios de San Miguel relatan en infierno que viven las niñas como esclavas sexuales de la pandilla MS. Adolescentes de 12, 13 o 14 años tuvieron la maldición de que a un pandillero de la clica Saylor Locos Salvatruchas, que forma parte de la MS, se le antojase hacerlas su mujer.
El infierno que viven las niñas esclavas sexuales de la pandilla MS en El Salvador
Fuentes policiales y civiles calculan que de las 180 niñas que entre el 2016 y 2017 se convirtieron en madres, seis o siete de cada 10 fueron embarazadas por pandilleros de la Saylor Locos Salvatruchos (SLS).
“Vaya, hoy le voy a contar la mera verdad yo. Es cierto, a mi niña, a los 13 años ese maldito comenzó a violarla. Le dijo que si no se hacía su mujer, la iba a matar a ella y a todos nosotros”, dijo la abuela de la adolescente asesinada en los primeros cuatro meses de 2018 en uno de los tres municipios del “triángulo de la delincuencia”: Chapeltique, Moncagua y Lolotique.