Katherin Estela Renderos, de unos 30 años, es una de las dos mujeres cuyos cadáveres fueron encontrados ayer miércoles, uno encima del otro, en un predio baldío del caserío Los Almendros, en el cantón Santa Bárbara, de Guazapa.
La otra víctima, que tenía entre 15 y 17 años, no pudo ser identificada. Ambas residían en San Vicente y fueron llevadas, de madrugada, a ese sector desolado, en en el kilómetro 20 y medio de la carretera Troncal del Norte, para quitarles la vida.
El hallazgo de los cuerpos lo hicieron los lugareños del caserío que se dirigían trabajar alrededor de las 6:00 de la mañana del miércoles.
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Según versiones oficiales, ambos cuerpos presentan lesiones con arma de fuego
“Las mujeres tenían disparos en los hombros y la espalda. Al parecer, fueron atacadas con arma blanca a la altura del cuello. Una de ellas tenía tatuajes pero no alusivos a pandillas”, informó uno de los policías que custodió la escena.
Se sabe que Renderos deja a una niña en la orfandad y era hija de una abogada que reside en San Vicente.
Aunque las autoridades inician las investigaciones para determinar el móvil del doble asesinato, se supo que la zona es asediada por pandilleros de la 18 y que ellos podrían ser los responsables.
Mientras las autoridades procesaban la escena, llegaron familiares de las mujeres, pero la Policía no les permitió dar declaraciones a los periodistas.
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La víctima una señora de 62 años fue atacada en horas de la mañana al interior de su negocio.
En el lugar se rumoró que las dos mujeres habían sido privadas de libertad el martes para exigir un rescate económico, pero esa versión no fue corroborada por las autoridades ni por los familiares.