Manuel Melcochar tenía seis años cuando aprendió el arte del tallado en madera. Su maestro fue su padre, quien a la vez fue discípulo de su abuelo y bisabuelo, elaborando muebles y figuras desde hace 35 años.
Tallar la madera ya es considerado en la familia de Melcochar como una herencia, la cual se ha inculcado de generación en generación, la cual les ha significado el sustento diario para cubrir necesidades en el hogar.
Esta forma de trabajo también se las enseñó a sus hijos, son los mismos conocimientos que recibió de su padre: tallar de manera delicada, para complacer los gustos de sus clientes o el suyo propio.
La imaginación no tiene límites para este guatemalteco que desde hace varios años viaja a El Salvador para comercializar su arte final. Para tal fin, el hombre viaja cada tres o cuatro meses a Guatemala donde compra la materia prima y luego le da forma en su taller.
Mucha de su producción ya le fue encargada por sus clientes salvadoreños; sus hijos le ayudan en el trabajo, ellos radican el departamento de Sololá, ubicado al occidente del país vecino.
Luis López, el artesano de las latas de Ayutuxtepeque
Joven emprendedor se ha dedicado por cinco años a comercializar en varios puntos de la capital obras de arte elaboradas con latas de gaseosas.
“Los detalles que se hacen en los muñecos son difíciles de hacer, me llevo hasta cuatro meses en tallar muebles y muñecos; al principio cuesta porque no se sabe cómo cortar cada cosa, pero con los años de experiencia y los ánimos para prosperar se logran las cosas”, asegura Manuel.
El chapín dice que talla las formas que le piden, basta nada más con ver el diseño que desea el cliente y echa a andar toda su creatividad para elaborar atractivos muebles y adornos con su formón (herramienta utilizada para labrar la madera).
Su estilo es característico (pues no cualquiera puede tallar a detalle la madera) y su arte final se puede ver en un espacio de acera frente al redondel Shafik Handal, en Mejicanos, donde es exhibido. Son entre 30 y 40 piezas las que prepara para luego comercializarlas.