Fiscalía inicia investigación por la venta de isla salvadoreña

El Fiscal General y funcionarios del Centro Nacional de Registros visitaron la isla el pasado viernes para hacer una inspección técnica, hablar con pobladores y verificar que no les violenten sus derechos.

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Foto/Insy Mendoza

Por Insy Mendoza

2018-08-20 6:59:25

La Fiscalía General de la República (FGR) ha abierto un expediente de investigaciones en relación a la venta de la isla Perico, ubicada en la bahía de La Unión, según informó el Fiscal General, Douglas Meléndez, durante una visita que hizo el pasado viernes 17 de agosto para reunirse con los pobladores que han denunciado presiones para desalojar el terreno.

El Fiscal aseguró que la investigación la iniciaron de oficio a través de la Dirección de la Defensa de los  Intereses del Estado, a raíz de una publicación que hizo  El Diario de Hoy el 27 de julio anterior.

En la publicación se dejaba al descubierto el interés de un empresario asiático en comprar la isla Perico, así como el temor de las 35 familias que habitan el lugar desde hace décadas por un inminente desalojo. Esto tenía su raíz en las visitas que recibieron de intermediarios de los presuntos propietarios y de algunos funcionarios públicos interesados en que se venda esa porción de tierra.

 

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La visita de Meléndez y otros funcionarios del Ministerio Público tuvo dos objetivos: una para realizar una inspección técnica de peritos fiscales y del Centro Nacional de Registro (CNR), a fin de verificar si esos terrenos donde está asentada la comunidad le pertenecen al Estado; además para garantizarle a los lugareños que ninguna persona particular o funcionario les violente los derechos.

Los isleños no esperaban la visita del Fiscal General, y por ello lo recibieron con cierto temor porque no sabían si era para ayudarles a resolver el problema o para favorecer a los interesados en comprar los terrenos. Varios incluso se negaron a proporcionar a los fiscales el número de Documento Único de Identidad (DUI).

Douglas Meléndez dijo que desde hace varios meses han estado recibiendo informaciones que la isla Perico de que estaban queriendo venderla y que los habitantes no quieren salirse. Por eso dijo que la finalidad de su presencia allí era para “que no se le vayan a violar los derechos a las personas que viven en la isla, que ningún particular o ningún funcionario vaya a incidir queriendo o violentando los derechos a las personas”.

En ese sentido, enfatizó: “La Fiscalía va a estar pendiente de lo que está ocurriendo con este tema de los chinos y en relación precisamente a lo de la isla, por situaciones que de alguna manera no estén claras”.

La mayoría de los adultos no se encontraban en la isla, unos andaban trabajando en la pesca artesanal o en la agricultura, mientras que otros se hallaban haciendo sus diligencias por el mercado de La Unión.

Fueron las señoras con más 70 años de edad quienes se encargaron de explicarle al Fiscal General cómo se empezó a poblar la isla, de historias de personas que murieron a los 95 años de edad, pero sobre todo el temor que tienen ante algunas amenazas que empezaron a recibir  para que se vayan del lugar.

Olivia Marquina dijo que no se esperaban que el Fiscal General llegara a brindarles apoyo, pues al inicio dudaban de la buena voluntad del funcionario. “Solo nosotros bien sabemos con el miedo en que vivimos desde que nos visitaron las personas que vinieron a decirnos que la isla la están vendiendo y nos quieren desalojar por las buenas o a la fuerza”, agregó la mujer.

Como parte del proceso de investigación, explicó la Fiscalía, van a determinar los límites de las áreas protegidas, de la zona de los manglares que son del Estado, y averiguarán de qué forma la familia interesada en venderla, obtuvo algún título de propiedad sobre una parte de la isla.

Al Estado le pertenece la mayor parte del terreno de las islas Perico y Periquito.

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Más de 70 años de habitar la isla Perico
Hace siete décadas, la gente empezó a llegar a Perico atraídos por el trabajo que había en una granja de pollo que había montado el propietario de las 125 hectáreas de la isla.

Aunque la granja estaba en tierra firme, los empleados iban al islote para moler las conchas del mar y convertirlas en alimentación para las aves. El dueño de la empresa les edificó ranchos en la isla.

Al inicio solo eran empleados, traídos del municipio de San Alejo, los que vivían ahí; pero comenzaron a establecerse y a formar sus familias.

Con el transcurso del tiempo, la comunidad, con muchos esfuerzos construyó una escuelita de láminas y una pequeña ermita; también se involucraron en la pesca artesanal, la extracción de curiles y cascos.

Foto EDH/Insy Mendoza

Son familias de extrema pobreza, que pasaron durante mucho tiempo sin el servicio de la energía eléctrica. La mayoría de las casas son hechas de láminas y bahareque, muy pocas son de concreto, porque algunas personas decidieron emigrar hacia Estados Unidos para poder trabajar y enviar remesas para mejorar sus viviendas.

Recientemente la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a través de la Fundación Salvadoreña para la Promoción Social y el Desarrollo Económico (FUNSALPRODESE) instaló paneles solares a cada vivienda para que puedan tener energía.

Las mujeres también se van de pesca, dice Iris Flores, de 18 años de edad, quien ya es madre de un bebé de 11 meses y sale a trabajar al mar junto a su compañero de vida. “Me voy a tirar las redes, y cuando no hay pesca tenemos que irnos a los manglares, al lodo, a sacar curiles, cascos de burro y almejas porque tenemos que darle de comer a la familia”, agregó.