Clara Rivera, de 67 años, es la vendedora de minutas más antigua del Puerto de La Libertad, comenzó su oficio cuando tenía 18 años, lo que le sirvió para darle de comer a sus hijas y ayudar con los ingresos económicos a su marido, quien también era minutero.
Tres de sus hijas y una nieta siguieron el ejemplo, actualmente ofrecen sus minutas a los que visitan el Malecón del Puerto de La Libertad, son tres generaciones que se alimentan de las minutas.
“Yo recuerdo que cuando comencé cuando las minutas valían cinco centavos, los que viajaban en tren me compraban, después valían diez centavos”, expresó Rivera.
En El Salvador son miles de familias que se ganan el sustento vendiendo minutas
Josefa y Marta Rivera son hijas de Clara y se siente orgullosa del oficio que saben porque también han sacado adelante a sus hijos, “los dos hijos que tuve lograron sacar el bachillerato gracias a la venta de minutas”, dijo Marta.
La familia de minuteras participó en el tercer festival de la minuta realizada este sábado en el Malecón del Puerto, el evento fue organizado por la alcaldía, la casa de la cultura y la Corporación Salvadoreña de Turismo (Corsatur).
Realizaron el concurso de quien realizaba la mejor minuta, presentaciones artísticas y venta de artesanías hechas con conchas.
