Atiquizaya celebra a San Juan Bautista con festival de la quesadilla

Además, hubo degustación de otros productos gastronómicos y recorridos turísticos.

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Foto EDH: Cristian Díaz

Por Cristian Díaz

2018-06-24 7:41:11

AHUACHAPÁN. Veintisiete artesanos de la quesadilla ofrecieron ayer dicho producto durante el festival que organizó la alcaldía de Atiquizaya, en el marco de la celebración del natalicio de San Juan Bautista.

Ese pan dulce es muy buscado por la población debido a su exquisito sabor y textura. Muestra de ello es que Adolfina del Tránsito de Melgar llevó ochenta latas con quesadillas y las vendió todas en menos de dos horas.

Uno de los secretos que hacen a este pan especial es que es preparado en hornos artesanales de barro, lo que le permite tener un mejor color y textura.

Marta Chinchilla, también artesana, expresó que aunque muchas coinciden en que el proceso final es en un horno de barro, la preparación de los ingredientes es diferente, dándoles un toque único en cada caso. Además, relató que prepara quesadillas cada ocho días para comercializarlas entre sus vecinos.

 

 

Otras las comercializa en Ahuachapán y Santa Ana, e incluso, en zonas de San Salvador, las ofrecen como “las quesadillas de Atiquizaya”, por el reconocimiento que tienen entre la población.

El festival es “sabroso porque la quesadilla me encanta y (las de Atiquizaya) me las han afamado”, expresó Ángela González, procedente de Apopa.
Durante el festival, también diez emprendedores ofrecieron comida típica, entre otros productos.

También hubo recorridos al Salto de Malacatiupán, presentaciones artísticas, misas y bendición de mascotas en la Iglesia Inmaculada Concepción de María.
Con el festival la alcaldía busca rescatar las tradiciones religiosas del municipio.

Antiguamente los lugareños conmemoraban el nacimiento de San Juan Bautista realizando degustaciones de este producto en el parque San Juan, donde había una ermita.
La tradición aparentemente comenzó a decaer a mediados de la década de los 60, cuando el parque fue remodelado y desapareció la ermita. Desde entonces sólo se mantuvo un acto religioso.

La alcaldía organizó hace cuatro años las primeras actividades para el rescate de esa tradición; sin embargo, hasta 2017 tomaron realce.