El asesinato de Edwin Balmore Pérez Escamilla ayer por la mañana en Santa Tecla, La Libertad, ya estaba fríamente calculado, sostienen las autoridades.
Los homicidas eran conocidos suyos y además tenían clara la trayectoria que diariamente seguía para ir a su trabajo de jardinero.
Los sujetos no perdieron tiempo para ejecutar su plan, calcularon la hora en que Pérez Escamilla salía de su casa para movilizarse a su trabajo para interceptarlo y ultimarlo.
No tuvieron que ir tan lejos para dar con él, lo esperaron cerca de su vivienda, ubicada en el caserío Cascareja, en el cantón El Progreso, en la zona de El Boquerón.
El hombre, quien por años se había ganado la vida como jardinero en una empresa dedicada al mantenimiento y cuido de todo tipo de plantaciones en la zona de Ciudad Merliot, fue acribillado por sujetos armados que lo esperaban en el sector conocido como “entrada del 21”, situado a medio kilómetro del parque Nacional El Boquerón.
De acuerdo con datos de la Fiscalía, el homicidio ocurrió cerca de las 5:30 de la mañana, a unos 200 metros de donde Pérez Escamilla, de 35 años, residía.
Conocidos de la víctima explicaron que a la hora de su ataque se dirigía hacia el punto de la Ruta 103, a unos 500 metros de la zona del ataque, el autobús que lo llevaría a Santa Tecla, donde trabajaba.
Sin embargo, Pérez Escamilla nunca se imaginó que los criminales ya le seguían los pasos, según detallaron fuentes fiscales.
Su familia no tuvo que buscarlo mucho en la zona: “acudieron al lugar por donde esta persona transitaba y lo encontraron ya muerto”, detalló la fiscal del caso.
La funcionaria agregó que no se tiene más información respecto a qué pudo haber provocado la muerte de la víctima, “pero por las circunstancias que encontramos en la escena podemos suponer, que ya lo estaban esperando en este lugar”, subrayó.
La Fiscalía detalló que Pérez Escamilla había muerto de múltiples lesiones en diferentes partes del cuerpo y que le provocaron de inmediato la muerte. “Ni siquiera tuvo oportunidad de que lo auxiliaran”, afirmó.
Las autoridades creen que recibió más de una docena de tiros, detonaciones que fueron escuchadas por lugareños que reportaron el caso al Sistema 911 de la PNC.
Aunque los policías se proponían trasladarlo al hospital, cuando llegaron al sector el hombre estaba sin vida.
Las autoridades descartan el robo como posible causa del ataque.
“Se descarta el robo porque la víctima tenía sus objetos de valor, incluso tenía dinero en efectivo”, comentó el fiscal.
Agregó que “no hay indicios de que tenga relación con las pandillas”, pues en el sector delinquen pandilleros de la MS.
Por su parte, familiares del jardinero comentaron que la víctima nunca les comentó que tuviera problemas con alguien en particular, menos con mareros.
La PNC no reportó detenciones por este caso al cierre de esta nota.