Unas 701 personas fueron desplazadas por la violencia en 2017. El 53 % de las víctimas fueron mujeres, según el informe anual expuesto este miércoles por la mañana por la organización Cristosal, el cual será presentado este jueves de forma oficial.
La cifra supera a la presentada en marzo pasado por el Gobierno en una encuesta que abarcada 10 años, desde 2006 a 2016, que establecía que solo 1 % de salvadoreños fue afectado por el problema que denominó “movilidad interna” y que posicionaba a la violencia como tercera causa.
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Según el Ministro de Seguridad, los desplazamientos fosados no se deben únicamente a la violencia.
“Estamos registrando casos que han solicitado asistencia. La encuesta (gubernamental) es una encuesta que no casa. Entonces no hay comparabilidad alguna”, sostiene Rina Montti, coordinadora de la Unidad Nacional de Monitoreo de Desplazamiento Forzado de Cristosal.
Aunque, según ella, al hacer un estudio el 1 % de víctimas presentadas por el Gobierno, estas corresponden a 26,000 personas. Una cantidad que no valora como despreciable, pero por la forma del estudio, dice que no se obtienen datos específicos y recientes del problema.
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Los datos son parte del primer estudio realizado por una universidad estadounidense donde fueron entrevistados 1.200 pandilleros y expandilleros de la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18.
De acuerdo con Cristosal, las causas del desplazamiento forzado son amenazas, homicidios e intento de homicidios, extorsiones y lesiones, y los actores que lo ejercen son, en primer lugar, las pandillas, y le siguen policías, militares, desconocidos (personas a las que las víctimas no identificaron) y en menor medida los grupos de exterminio.
Montti advirtió que el problema ha aumentado en un 53 % respecto a 2016.