SONSONATE. “Al inició participé por tradición, y los años siguientes por devoción”, comenta César Boris Carías, presidente de la Hermandad de Jesús Nazareno de Sonsonate, al relatar sus inicios como cargador de imagen principal de la catedral de la Santísima Trinidad, en Sonsonate.
Boris tiene 57 años, de esos 38 a cargado la imagen de Jesús Nazareno, durante Semana Santa.
“A los 15 años me hice regidor, a los 18 comencé a cargar; vivo toda una devoción por la imagen de Jesús Nazareno”, dice Boris.
Los regidores son quienes tienen menos de 18 años y están en la formación para llegar a ser cargadores, además, son quienes hacen valla a las procesiones.
La Hermandad de Jesús Nazareno de Sonsonate tiene sus orígenes en 1859 y es la responsable de organizar las procesiones y otras actividades del inicio de la Semana Santa, en ese municipio.
Cada una de esas procesiones recorre las principales calles del municipio entre el Lunes y Viernes Santo.
Detrás de las matracas y de las cadenas que preludian el martirio
Durante la procesión del Silencio el sonido duro de las matracas y de las cadenas que hacen sonar los fieles católicos anuncia el paso de Jesucristo hacia su sufrimiento. Quienes utilizan este instrumento explican que se requiere de fuerza en las manos para hacerlos sonar.
“El anda tiene 40 almohadillas, para igual cantidad de personas, y participan entre 19 y 20 grupos de cargadores ”, explica Boris.
Los recorridos, cada día, pueden durar entre 9 o 10 horas, la figura de Jesús Nazareno pesa dos toneladas.
Los requisitos para participar como cargador en la Hermandad son: ser mayor de 18 años y menor de 40; pasar 3 años como regidor; asistir a un retiro el quinto sábado de Cuaresma.
“Se vive la devoción. Un año cayó un gran aguacero, la gente pensó que se había suspendido la procesión, pero no fue así, solo esperamos que pasara la lluvia y seguimos con el recorrido, íbamos mojados, la gente se alegró al paso de la procesión”, comenta Boris.
A la tradición de Boris de participar en la Hermandad ya se han sumado otros familiares, entre ellos hijos y sobrinos.
“Es hermoso participar en esta tradición, las cuadras antes de entrar a la iglesia los cargadores caminan despacio, dicen que es la última cargada y por eso lo hacen, es para que dure más”, relata Boris.
Santo Entierro
El recorrido del Santo Entierro es protagonizado con mucho fervor en Sonsonate y es organizado por la Hermandad del Santo Entierro.
Esa Hermandad protege una urna que se exhibe en la Catedral Santísima Trinidad y organiza la procesión que se prolonga al menos 14 horas; que da inicio a las 5:00 de la tarde del Viernes Santo y concluye a las 8:00 de la mañana del sábado.
Llevar en hombros la urna con Cristo yacente representa un honor para los feligreses, quienes tratan, con esa acción, de mostrar respeto y gratitud al Creador.
Dicha Hermandad fue creada el 14 de febrero de 1875 por fray Patricio Ruiz, quien provenía de México hacia Guatemala. Sin embargo, por un conflicto armado en ese país centroamericano, el religioso llegó a Sonsonate.
En los 142 años de existencia de la Hermandad han tenido varias andas. La primera era cargada por 16 personas; luego pasó a 20 y actualmente es de 40. Las andas, con unos 75 años de antigüedad, fueron elaboradas por artesanos sonsonatecos.
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Son 40 los cargadores que llevan el anda por turno, recorre media cuadra antes del relevo, si el sustituto no llega, no puede retirarse, hasta que el jefe del grupo resuelve.
La Hermandad tiene más de 2 mil 500 miembros; de los cuales un aproximado de 900 son los que cargan durante el Santo Entierro.
El resto forma otras categorías, como cucuruchos, Hijas de María y de la Dolorosa, entre otras.
Para ser miembros de la hermandad se debe tener unos 12 años, quienes inician en la categoría de cucurucho y luego se asciende a cargador.
Una promesa y la túnica de Jesús Nazareno
Hace 11 años la sonsonateca Gladis Estela Rosel partió sin documentos migratorios hacia los Estados Unidos, buscaba mejores oportunidades.
En México corrió peligro y un buen hombre la auxilió, y hasta le ayudó a cruzar la frontera estadounidense.
En octubre de 2017, sus padres Ana María y Manuel Rosel la visitaron en Nueva York, ciudad donde hoy vive, y fue hasta ese momento que ella les confesó lo ocurrido en su travesía por tierras aztecas.
Pero Gladis no solo les relató su mala experiencia, sino les dijo que era el momento de cumplir la promesa que hizo tras llegar con bien a los Estados Unidos; donar la túnica con la cual viste Jesús Nazareno, durante las procesiones de Semana Santa.
Su madre, Ana María, solo le dijo: “si es tu promesa y consideras que es el momento, hay que hacerlo”.
Ana María relata que su hija le preguntó que sí ella podía confeccionar la prenda, a lo que respondíó que sí.
“He pasados dos meses con este trabajo, algunos materiales me costó consegurilos, hasta que los encargué en Guatemala, en la familia todos somos devotos de Jesús Nazareno”, explicó Ana María, a quien se le dibuja una sonrisa de satisfacción.
La túnica confeccionada mide más de 2 metros de largo; está elaborada en terciopelo, con forro de dacrón y aplicaciones blancas.
Hermandad busca fondos para sede
La Hermandad de Jesús Nazareno, de Sonsonate, reúne a cuenta gotas los fondos suficientes para la construir su casa en un terreno que la alcaldía les entregó en comodato para 99 años en 2017, en el barrio El Pilar.
La falta de la infraestructura los obliga a guardar sus bienes en el barrio El Ángel, que es la sede de la Hermandad del Santo Entierro de Cristo y con quien deben de compartir gastos de servicios básicos.
“Se han levantado unas paredes, falta mucho por hacer”, comenta Boris Carías, presidente de la Hermandad.
En esa casa resguardan enseres de la banda y las túnicas de las imágenes de la Virgen María, Magdalena, Verónica, San Juan y de Jesús Nazareno, entre otras pertenencias.
La Hermandad de Jesús Nazareno trabaja en la construcción de su sede pero los fondos están al límite.
“Es una hermandad que el dinero solo lo recolectamos en Cuaresma. No tenemos la mayor cantidad de dinero (que necesitan)”, dijo Carías.