Algo ha empezado a cambiar en el caserío de Agua Zarza, cantón del Niño en Chalatenango, entre los terrenos áridos y la vegetación muerta, han empezado a crecer árboles frutales, un hecho que según Rafael Peraza, desde hace años no sucedía, a pesar de sus esfuerzo, debido a la degradación de los suelos y la contaminación en el ecosistema del humedal Cerrón Grande.
“Hemos sembrado alrededor de 83 árboles y no se han secado”, dijo con optimismo Peraza, que se dedica a la comercialización de ganado y que desde hace tiempo se había visto afectado por la falta de sombra y alimento para los animales; ya que sus tierras de alrededor de tres manzanas, no producían nada.
Actualmente, árboles de aguacate, guanaba, licha y zapote, crecen con la implementación de los sistemas silvopastoril y agroproductivos, impartidos por El Fondo de las Iniciativa para las Américas (Fiaes).
De acuerdo con Mario Montano, coordinador territorial de la unidad del Cerrón Grande Fiaes, con el propósito de contribuir a la restauración de los ecosistemas y apoyar el trabajo de los productores en la zona, Fiaes está desarrollando microproyectos de construcción de parcelas, enfocadas en la siembra de árboles frutales y la plantación de pasto.
Según Montano, esto permite mayor protección para la fauna y genera menos contaminación al humedal, porque los suelos se van restaurando y los productores utilizan menos insumos químicos. Parte de la iniciativa de Fiaes, es trabajar con abonos y fertilizantes orgánicos que no generen una mayor contaminación. “Si antes una vaca me producía cinco botellas al día, ahora me proporciona once”, expresó Jesús Antonio Márquez, otro ganadero, que se ha visto beneficiado con los microproyectos.
Márquez expresó que en un inicio no pensó que las parcelas silvopastoril y agroproductivas iban a ser tan eficientes, pues desde que comenzó el proceso, los costos han disminuido en un 50%, porque ya no invierte la misma cantidad en alimento, productos agrícolas y el cuido para el ganado.
“Esto también provoca menos contaminación para los mantos acuáticos del embalse”, añadió Márquez.
Fiaes inició con el proyecto en 2017, por medio de la capacitación y entrega de insumo a un aproximado de 100 familias productoras. Los trabajos se han realizado en 360 hectáreas de terreno del caserío Agua Zarca y en el Cantón Upatoro, potrero El Tule en Ahuachapán. Fiaes aseguró que seguirá trabajando por la protección del humedal.