“Queremos que vean nuestras habilidades y no nuestro bastón”

Cada 1 de marzo se conmemora el Día Nacional de las personas con discapacidad visual

descripción de la imagen
San Salvador, 1 de marzo de 2018 El Centro de Rehabilitación de Ciegos, Eugenia de Dueñas, conmemoró el Día Nacional de la Persona con Discapacidad Visual. Las personas que padecen discapacidad visual enfrentan muchas dificultades en el país para superarse. Fotos EDH:Josué Parada

Por Evelia Hernández

2018-03-01 8:13:06

Las personas con discapacidad visual solicitaron que se cumplan las leyes y los convenios que los amparan, “queremos que las personas vean en nosotros nuestras habilidades y no nuestro bastón; que vean la potencialidad que tenemos para poder utilizar un teléfono, un fax, una computadora, para poder hacer labor administrativa y que no piense la dificultad que tendremos para llegar al baño”, dijo Julio Canizales, director de la Casa de la Cultura del Ciego.

Las declaraciones de Canizales fueron dadas en el marco de la conmemoración del Día Nacional de las personas con discapacidad visual que se recuerda cada 1 de marzo, desde hace 26 años.

Doris Soto, ponente sobre los Derechos Humanos de las personas con discapacidad, sostuvo que es importante que no solo se recuerden a las personas con discapacidad el día de una conmemoración, si no que se acompañe y se cumplan los derechos de las convenciones que el país ha ratificado.

“Nosotros somos sujetos de derecho, el derecho al trabajo que es un regocijo que se siente al transformarnos en seres que somos incluidos en la sociedad” , dijo Canizales.

Al recordar que la inserción laboral es de los retos más grandes que hay en el país, así como también la señalización de los espacios públicos y privados para que las personas con discapacidad puedan movilizarse, obtener independencia y no sufrir accidentes, además de concientizar a la población sobre la importancia de la reinserción de las personas con discapacidad visual.

“Permítanos renacer y construir nuestros sueños”, dijo Canizales al expresar sobre el proceso de rehabilitación que pasan las personas para reconocer y aceptar su condición, de manera que se convierta en una persona independiente.

Según estimaciones de Canizales, la población con algún tipo de discapacidad visual ronda las 45 mil personas.

De las cuales todas quieren lograr sus sueños o simplemente quieren renacer de la oscuridad en la que han permanecido encerrado, producto de la falta de conciencia en la población, ante la falta de oportunidades en el país para las personas con discapacidad visual.


San Salvador, 1 de marzo de 2018
José Alvaro, estudiante de la Universidad Francisco Gavidia.

“Si los caminos no están abiertos uno tiene que abrirlos”

José Alvarado, 25 años, estudiante de quinto año de la Universidad Francisco Gavidia, “soy de baja visión, tengo 5 % de visión en el ojo izquierdo,mientras que en el derecho no veo nada”, explica sobre su discapacidad congénita

José Alvarado comenta que realiza tutoriales en You Tube para personas con discapacidad y manifiesta qué, “Si los caminos no están abiertos pues uno tiene que abrirlos”, sugiere el joven al comentar que las tecnología son muy importante para las personas con discapacidad, “hay muchas cosas que nosotros no sabemos hacer, entonces la tecnología, como la tiflotecnología, que es tecnología adaptada para las personas con discapacidad me permite utilizar redes sociales y facebook”. Además de argumentar que las discapacidades solo son mentales y aunque el mundo aveces lo ve de una forma cruel lo importante es poder sobrellevar y entender que el mundo es así, que no va cambiar, pero que uno puede cambiar por todos”, expresa.



Irma Rivera de 48 años perdió la visión a la edad de 39 años , gracias a la formación en el centro de rehabilitación ahora se vale por ella misma. Su hijo Denis Artiga Rivera la acompaña algunas veces
Fotos EDH:Josué Parada

Irma Rivera perdió la visión a los 39 años

Irma Rivera de 48 años, del municipio de Nuevo Cuscatlán, tiene discapacidad visual completa. A los 39 años de edad la diagnosticaron con síndrome Arada.

“Cuando empecé a quedar sin visión fue bastante difícil, no es fácil aceptar la realidad, pero el hecho de venir acá a la escuela, le enseñan a uno a aprender a sobrevivir, porque antes yo no aceptaba mi ceguera, pero en la escuela aprendí eso”.

A 10 años de vivir con la discapacidad visual ha aprendido a trasladarse, a realizar manualidades, natación, masajes.

Actualmente Irma sobrevive económicamente de las manualidades que aprendió en la escuela de ciegos. Su hijo Denis Artiga, que en ocasiones la acompaña a sus reuniones, manifiesta que ahora se siente más seguro. “No más empezó a vivir con más personas de su misma discapacidad, empezó a sonreír un poco más y a convivir con más personas, a veces se enoja por que la misma sociedad nos los toma en cuenta. Y la verdad que nos es difícil convivir con ellos”.


San Salvador, 1 de marzo de 2018
Samuel aprendió a utilizar el celular, así como a cocinar y a realizar manualidades. Foto edh/ Josué Parada

“Quiero estudiar y ser locutor”

Aunque Samuel, de 16 años, nunca ha visitado una radio, el quiere estudiar y ser locutor, expresa cuando se le pregunta que piensa hacer a futuro.

El joven es un usuluteco que tiene solo un 40% de visióny permanece internado desde hace cuatro semanas en la Escuela de Ciegos.

Él manifiesta que ahora se siente más seguro y conoce más acerca de las personas con discapacidad visual, y argumenta que aún no se desplaza con facilidad “el problema es que las aceras están desniveladas, quebradas y cuesta movilizarse”, explica.

Además de comentar que ahora se siente más confiado e independiente. “Yo no podía utilizar el teléfono, ahora sí, y es una gran ventaja para nosotros. Acá aprendo habilidades, emprendedurismo y a tocar guitarra, aprendamos a cocinar”, dijo.

Según Samuel, su discapacidad visual se debe a que el nació de seis meses de gestación.