LA UNIÓN. La tala indiscriminada del mangle en los esteros de las playas de Conchagua y en el resto de los municipios costeros de La Unión, Intipucá, San Alejo y Pasaquina, se ha convertido en la principal preocupación y problema de los pobladores y pescadores artesanales de las diferentes comunidades.
Los manglares son el hábitat para las larvas de todas las especies que ahí se reproducen y sitio de anidación de varias aves; desempeñan un importante rol como barrera natural que retiene la erosión de los vientos y mareas; y contribuyendo al mantenimiento de la línea costera y el sostenimiento de arenas sobre las playas.
El estero El Encantado de la playa Las Tunas es afectado por tala, principalmente, con fines comerciales para algunas panaderías, hacer techos de viviendas, ramadas a orillas de las playas y para algunos usos domésticos.
De acuerdo con lugareños, el estero tiene más de 15 años de estar sufriendo por la mano indiscriminada de los mismos que se benefician del recurso que ahí se produce.
Hay personas de las mismas comunidades y de otros lugares que llegan en botes o lanchas a cortar varas de mangle, y lo hacen de forma constante, sin que hasta el momento las autoridades medio ambientales realicen monitoreos, denunciaron.
Manglares en peligro de muerte por prácticas agrícolas
Lo que más alerta a los pobladores es que el agua dulce, que compone en un 50% el humedal, no está ingresando.
Sin embargo Walberto Gallegos, coordinador regional del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), dijo que “por el momento no tenemos conocimiento de algún caso de tala de mangle en ese manglar, pero en años anteriores sí hubo registros de talas ”.
Gallegos explicó que el asolvamiento es uno de los principales causantes del deterioro de los manglares.
Añadió que los problemas de erosión en los suelos de las microcuencas durante la época del invierno provocan las escorrentías y esa cantidad de sedimentos cubren parte de los canales.
El Marn está implementando la técnica de restauración ecológica del manglar, consiste en que de manera natural haya un proceso de restauración a través de la habilitación del flujo intermareal es decir que en el proceso de subida y bajada de la marea ella misma se encarga de transportar la semilla de las especies del mangle rojo y es así como empieza a desarrollarse.
Santos Quinteros, presidente de la Asociación Cooperativa de Producción Agropecuaria, Pesquera y de Ostreros del cantón Las Tunas, dijo que los manglares van aumentando su deterioro, sin que hasta el momento ninguna institución esté preocupada por implementar algún proyecto de reforestación.
En junio del año pasado, los miembros de la cooperativa sembraron candelilla de mangle para tratar de compensar un poco el daño que tiene la zona.
Quinteros espera que instituciones como El Fondo de Iniciativa para Las Américas (FIAES) se interesen por financiar un proyecto de limpieza y reforestación de dicho manglar.
“Tenemos conocimiento que el Fondo de Iniciativa para Las Américas (FIAES) tiene fondos para financiar un proyecto de limpieza y reforestación del manglar El Encantado y esperamos que ellos nos ayuden”, agregó Quinteros.
Luis Alonso Martínez, pescador, expuso que el mangle les da vida a todos los recursos, los cuales están disminuyendo cada año por el mismo deterioro del principal hábitat.
“Están bien deforestados los manglares porque no se le ha dado ningún mantenimiento y eso es lamentable porque es parte del deterioro que le está dando la población”, agregó Martínez.
El resto de manglares de la bahía de La Unión enfrenta el mismo problema de la tala y el asolvamiento.