Trinidad hace rezos por encargo para pedir milagros o agradecer favores

En la iglesia de San Antonio del Monte, en Sonsonate, se conserva viva esta tradición. Hasta allí llegan anualmente cientos de feligreses, nacionales y extranjeros, para pedir milagros, entre ellos el de encontrar el amor.

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Trinidad Cruz Isidro viaja todos los días desde Nahuizalco para ofrecer sus servicios a los fieles.

/ Foto Por Gerson Sánchez

Por Lissette ??brego

2016-11-05 6:00:00

Veinticinco años han pasado desde que Trinidad Cruz Isidro llegó por primera vez al templo del municipio de San Antonio del Monte, en Sonsonate, para ofrecer sus servicios a los fieles que requerían de una guía para pedir un milagro o dar gracias al patrono por los favores recibidos.

En aquel entonces, con 52 años cumplidos, se quedó sin empleo debido a la crisis que afectó el beneficio de café donde laboraba desde que era muy joven.

Trinidad afirma que toda su vida ha trabajado. “Comencé cuando tenía cinco años y medio como niñera de la hija de unos doctores. Después me ponían a lavar y hacer otros oficios”, relata.

Fue por eso que, ante la necesidad de ganarse el sustento diario, se le ocurrió hablar con el párroco de San Antonio del Monte para que le permitiera estar en el templo y ofrecer rezos a cambio de lo que las personas tuviesen a bien darle.

La idea dice que surgió al recordar que en su infancia las señoras se encargaban de orar, con mucha seriedad y devoción, ante la imagen del patrono cada vez que iban de excursión, pues siempre pasaban al templo a pedirle su  protección durante el paseo.

El padre aceptó y desde entonces recorre todos los días la ruta desde el Barrio San Juan, en su natal Nahuizalco, hasta el vecino municipio de San Antonio del Monte.

Cuenta que su jornada inicia temprano en casa, donde luego de dejar todo organizado toma un pequeño bolso, su compañero inseparable de viaje, y emprende el camino.

Al templo llega aproximadamente a las 10:00 de la mañana y después de recorrer los contornos entra para dar gracias y encomendarse al creador y, por supuesto, a San Antonio para que todo le salga bien y obtenga el dinero suficiente para subsistir, pues no es la única que allí reza por encargo.

En el templo casi siempre hay personas mayores que ofrecen rezos a los feligreses, nacionales y extranjeros, que llegan de visita.
La oferta es amplia, pues hay algunos que además de decir una plegaria y rezar el Santo Rosario hacen la oración a San Antonio del Monte, elevan cánticos y encienden velas.

Solicitudes
Según Doña Trinidad, entre los que llegan las peticiones varían, piden salud, protección, trabajo, prosperidad y amor, sí, amor. Y es que San Antonio es considerado uno de los más milagrosos entre los que buscan pareja.

Si quiere un buen marido, pídale a San Antonio. Si quiere una buena esposa, pídale a San Antonio”, insiste.

Muestra de ello es que a lo largo de estos años asegura haber visto  llegar al templo a muchos padres acompañados de sus hijos, algunos ya de avanzada de edad,  para pedir  una buena pareja para ellos.

“Dicen las mamás: Yo ya me voy a morir y quiero que quedé bien casado, que no quede solito”, cuenta.

Antes y después de orar, reitera a los fieles que si piden un favor tienen que regresar al templo a dar gracias cuando ya lo hayan recibido, además de dar testimonio de este para que la devoción por el patrono, San Antonio, aumente.

Luego de una jornada de tres horas, Trinidad retorna a casa para dar de comer a sus “animalitos” (gallinas y patos) y hacer las labores domésticas, pues vive sola porque nunca se casó ni tuvo hijos.

Así culmina el día, en espera de un nuevo amanecer para regresar al templo y ayudar a sus hijos, como llama a todos los feligreses que llegan con mucha fe a pedirle los rezos por encargo.